¿Qué beneficios tiene la retribución flexible para la pyme y sus empleados?


Para entender la importancia de la retribución flexible, el punto de partida es conocer su objetivo. Se trata de un sistema que permite que parte del salario bruto se destine a unos determinados servicios o productos que son de interés para el trabajador.

Cada vez son más las empresas que se apuntan a esta modalidad; las ventajas no son pocas. “Para el trabajador existe un beneficio fiscal, ya que reduce el salario bruto y, por tanto, el tipo impositivo que tenga, y una rebaja en las primas de los seguros. Asimismo, tiene la opción de poder contratar algunos seguros de forma más sencilla y con menos limitaciones que si lo hiciera de forma individual”, argumenta María Collado, especialista del área de negocio de empresas en AXA.

La experta pone un ejemplo: “Puede darse el caso de que un seguro de salud colectivo, que es la modalidad a la que accede un empleado a través del sistema de retribución flexible, no conlleve la aplicación de un periodo de carencia, que es el tiempo en el que no puede usar algunas de las coberturas que incluye la póliza; con un contrato individual, sí deberá esperarse el tiempo estipulado”.

Del lado de la empresa, Collado explica que “consigue aumentar sus beneficios al incrementar la productividad y reducir el absentismo laboral”. “Pero, además, mejora su imagen de marca y retiene el talento favoreciendo la conciliación laboral”. En su opinión, se trata de incrementar el salario emocional y el disponible neto del trabajador.

Hay un par de aspectos importantes que no deben pasar por alto: la retribución flexible no le supone a la compañía un incremento del coste salarial, y el empleado puede elegir si acogerse a este tipo de remuneración y de qué forma.

El 62% de las empresas que participaron en el estudio Infoempleo 2020 de Adecco ofrecían algún tipo de retribución flexible a plantilla. De entre todos los productos, el seguro médico era lo más valorado. Por detrás se sitúan como preferencias las ayudas para dietas y desplazamientos, la formación externa y los planes de pensiones.

La retribución en especie es una opción para todas las compañías, con independencia del tamaño. “La premisa fundamental para poder aplicarla es que exista una nómina, y eso ocurre con los trabajadores de las grandes, medianas y pequeñas empresas. De hecho, en AXA estamos democratizando esta ventaja para que todos los empresarios puedan favorecer de la misma manera a sus trabajadores, especialmente en el sector de las pymes. Ésta es la auténtica revolución”, dice María Collado.

¿Qué condiciones deben darse para implantar la retribución flexible?

Collado comenta que lo primero es que “el empresario se preocupe por sus trabajadores y tenga claro que son su mayor activo y, por tanto, ponga esta posibilidad a su disposición. Además, su remuneración deberá ser superior al salario mínimo interprofesional (SMI) ya que éste nunca se puede minorar”. Actualmente, el SMI es de 965 euros en 14 pagas mensuales.

La retribución flexible puede aplicarse en todos los sectores, así como en las nuevas profesiones y formas de trabajar que van surgiendo. “Es una modalidad que se adapta a los nuevos tiempos. Desde AXA hemos detectado que es muy bien recibida por los nuevos perfiles de empleados preocupados por el bienestar social, la conciliación laboral, la salud mental y todo lo que venga a sumar al salario propiamente dicho. Se está produciendo un cambio; ya no se valora sólo la remuneración monetaria, siempre y cuando se tenga cubierta la misma”, desvela la experta.

El sector asegurador puede facilitar este tipo de retribución. María Collado detalla que la oferta “se basa fundamentalmente en ofrecer un seguro colectivo de salud y de ahorro para la jubilación”.

AXA, además, pone a disposición de la compañía una plataforma que ayuda a la contratación y gestión de estos productos sin que suponga una carga para las partes implicadas.

Aprende más cada día con nuestros artículos sobre el futuro de tu empresa. Más información en AXA

 


Source link