El conocido como Experimento de Milgram se llevó a cabo a mediados del siglo XX para tratar de buscar una explicación a los mayores horrores que se vivieron en los campos de concentración durante la II Guerra Mundial. En los juicios celebrados tras el conflicto bélico, muchos de los criminales de guerra confesaron que cumplían órdenes y no eran responsables de sus actos.
¿Qué es el Experimento de Milgram: ?
El psicólogo Stanley Milgram creó un «generador de descarga» eléctrica con 30 interruptores, cada uno marcado con incrementos de 15 voltios. Además, puso etiquetas que indicaban el nivel de descarga. El «generador de descarga» en realidad era falso. Sólo producía el sonido de descarga eléctrica al pulsar los interruptores.
Para llevar a cabo el experimento, reclutó a 40 hombres. Los participantes eran el maestro, y había un actor que actuaba como aprendiz, el cual estaba atado a una silla con varios electrodos pegados a su cuerpo. La pregunta de la investigación era la siguiente: «¿Cuánto tiempo puede alguien seguir dando descargas a otra persona si se le dice que lo haga, incluso si creyera que se le pueden causar heridas graves?».
Se instruía a los maestros para que enseñaran pares de palabras a los aprendices. Cuando estos últimos cometían un error, los maestros tenían que castigarles por una descarga; por cada error, 15 voltios. Los aprendices nunca recibían las descargas, pero los maestros pensaban que sí.
En la misma habitación había un experimentador, que les pedía a los maestros que continuaran, al principio con voz más suave y después más autoritaria. Cuando los maestros preguntaban quién era responsable si le ocurría algo a los aprendices los experimentadores respondían: «Yo soy responsable», lo que suponía un alivio para los maestros, lo que hacía que muchos continuaran.
Antes de realizar el Experimento de Milgram, los expertos creían que entre el 1% y el 3% de los maestros no dejarían de hacer las descargas. Sin embargo, finalmente el 65% de los participantes no dejaron de hacer las descargas. Ni siquiera se detenían cuando los aprendices decían que tenía problemas cardíacos.
Se trata de uno de los experimentos más importantes de la historia, que demuestra que el comportamiento innato es el que nos indica que tenemos que hacer lo que se nos dice, sobre todo cuando son personas con autoridad las que nos dan las órdenes. El Experimento de Milgram demuestra «los peligros de la obediencia».
Source link