Qué es el Lost Media y quiénes son las personas que se encargan de rescatarlo

Qué es el Lost Media y quiénes son las personas que se encargan de rescatarlo

Desde la invención de los formatos de video hogareño, hubo un cambio cultural significativo. La idea de elegir una película para ver ya no estaba restringida a las opciones de la cartelera, de la misma manera que no había que hacer cuentas para saber cuándo se iba a emitir de nuevo un episodio particular de una serie en concreto.

Consumir contenidos audiovisuales se volvió algo tan recurrente que se creó un negocio para poder alquilar videocasettes y verlos todas las veces posibles por durante 24 horas.
Cuando el formato pasó de cinta magnética a discos digitales, la idea de tener una temporada de una serie entre nuestras pertenencias no era una idea tan descabellada. Y luego, con el advenimiento de los servicios de video on demand, las opciones se volvieron tan amplias que muchas personas se abruman de sólo pensar cuál película ver. 

Sin embargo, siempre va a haber un límite en la cantidad de contenidos a los cuales se puede acceder. Los catálogos, ya sea de plataformas streaming o de las editoras de video en cualquier formato, están atados a acuerdos de distribución que muchas veces impiden la posibilidad de ver contenidos en determinados países y regiones. Las carteleras de cines, ya sea de una cadena o en formato cineclub, están limitadas a proyectar las películas que están disponibles en el momento de la función. Incluso las personas que descargan contenido a través del protocolo de intercambio BitTorrent saben que están limitados a que lo que quieren ver se encuentre digitalizado, subido y que contenga suficientes seeders que permitan hacer una descarga rápida.

¿Y qué sucede con ese contenido audiovisual que no se puede conseguir de manera legal o ilegal? Depende de muchas variantes, pero en la mayoría de los casos es lo que en algunos foros y comunidades de internet se conoce como Lost Media. 

Qué es Lost Media

Tal como su nombre lo indica, Lost Media es aquel material audiovisual que se considera perdido. Sin embargo, esa etiqueta puede tener diferentes consideraciones si tomamos en cuenta cuál es el paradero de esos contenidos en cuestión. “Se considera como perdido aquello de cual no se sabe si existe copia o el original en ningún lado”, indica Fernando Martín Peña, docente, historiador y coleccionista de cine. “¿Se puede considerar perdido algo que no está disponible pero sabés que lo tiene un particular, o una institución privada o pública y no lo muestra?”

La política de Lost Media Wiki (LMW), sitio web que reúne a aficionados en rastrear y recuperar este tipo de material, es que el simple hecho de que un contenido no esté disponible para el público en general ya es suficiente como para considerarse extraviado. La página comenzó en 2012, compilando en artículos comentarios de foros como Reddit y 4chan donde los usuarios recordaban imágenes de películas o segmentos televisivos que nunca pudieron encontrar de nuevo.

El sitio cuenta actualmente alrededor de 10.000 usuarios y más de 3.000 artículos relacionados a contenido audiovisual que se encontró, sigue perdido o que ya se considera extraviado para siempre. Cada una de esas entradas contiene una sinopsis y narra brevemente el estado de la búsqueda. Desde cortometrajes animados, pasando por apps que ya no se pueden descargar, hasta canciones inéditas, los colaboradores del sitio han logrado recuperar horas de material que había dejado de estar disponible para el público en general. 

Lost Media se escribe con Ñ

La búsqueda de material perdido no conoce idiomas ni fronteras. Desde los primeros días de LMW, personas de países no angloparlantes querían recuperar contenido que se consideraba extraviado en sus países de origen. En América latina, el proyecto más consolidado es Lost Media en Español (LMÑ), fundado en 2020. “No fuimos el primer intento de crear una wiki en español, pero fuimos el primero que pudo persistir y consolidarse”, indica Nicolás, quien bajo el apodo “Sheiki” fundó y es uno de los administradores de la página. “El proyecto no cuenta con requisitos para ser miembro o colaborador, cualquier persona que tenga información o simplemente quiera ayudar puede ser parte”.

La comunidad, si bien abierta para quien lo desee, cuenta con una serie de reglas para considerar que un contenido ahora se encuentre extraviado. Para crear una nueva entrada en LMÑ, no hace falta brindar un fragmento o una imagen del material, pero sí una fuente fidedigna que certifique su existencia. Posteriormente, se chequea que el material no se encuentre disponible en plataformas de streaming, YouTube o alguna plataforma de internet de acceso público. “Ya nos pasó anteriormente que personas reportaron como perdido algo que está en Netflix”, indica “Sheiki”.

A través de la página se pueden encontrar ejemplos de Lost Media de muchos países de habla hispana, incluyendo la Argentina. El listado de material considerado extraviado en nuestro país es amplia; una versión de Pictionary desarrollada por Etermax, la polémica entrevista que le hizo Gerardo Sofóvich a Dalmiro Sáenz y videoclips de Gustavo Cerati que quedaron truncos tras la muerte del cantante son parte de la extensa lista de contenido buscado.

Uno de los contenidos recuperados más populares en LMÑ tiene que ver con Los Simuladores. En el último episodio de la popular serie, el personaje de Franco Milazzo era reclutado por la CIA para asesinar a Osama Bin Laden. Desde la última emisión del programa, en 2004, comenzó a circular la idea de que el episodio contaba con un epílogo en donde el personaje efectivamente encontraba y liquidaba al líder de Al Qaeda, algo que no se encontraba en la versión del capítulo que se puede encontrar en Netflix, la web de Telefe o en la edición en DVD. El mito creció hasta que un usuario de Twitter subió una serie de capturas de la escena, la cual eventualmente fue subida en 2020 a la misma red social, en una calidad baja. “Ningún caso tuvo a toda la comunidad en vilo como este”, indica el confundador de la plataforma.

Es difícil saber cuánto de lo que se busca relacionado a la televisión argentina está realmente perdido. Los canales no suelen abrir sus mediatecas al público, por lo tanto no se puede saber si efectivamente se pueden conseguir episodios de ‘Cybersix’ o la versión original de ‘El Hombre que volvió de la muerte’, ambos marcados como “parcialmente encontrados” en LMÑ. Sin embargo, la situación con el cine nacional es aún más compleja.

“El proyecto no cuenta con requisitos para ser miembro o colaborador, cualquier persona que tenga información o simplemente quiera ayudar puede ser parte”, indica “Sheiki”, cofundador de Lost Media en Español Perdido por perdido

Si bien durante años se creyó que La bandera argentina (Eugène Py, 1897) fue el primer cortometraje que se filmó en nuestro país, muchos historiadores concuerdan que la tríada Vistas de Palermo, Avenida de Mayo y Plaza de Mayo (Fred Finger, 1896) tendrían ese honor. Los cuatro metrajes, sin embargo, comparten el dudoso honor de encontrarse perdidos y sin indicios de su paradero.

“Acá es imposible determinar qué es lo que está perdido y que no, porque desde el Estado nunca se hizo un inventario de la situación en la que está ese material”, indica Peña. Si bien se recuperó y realizaron trabajos de restauración y preservación sobre La Revolución de Mayo (Mario Gallo, 1909), el primer cortometraje argumental filmado en el país, gran parte de la primera historia del cine nacional se encuentra pérdida y muy probablemente destruida. En 1969, un incendio en Laboratorios Alex, donde se procesaba casi la totalidad de las películas filmadas en el país, se cobró los negativos y matrices de copia de la mayor parte del cine nacional clásico. Anteriormente, en 1926, un evento similar había ocurrido en los depósitos del productor Federico Valle, donde se guardaban películas mudas. La mayor pérdida, en este último caso, no sólo tiene que ver con la historia de nuestro cine, si no de la animación a escala mundial.

El Apóstol (Quirino Cristiani, 1917), es considerada por historiadores de cine como la primera película animada de la historia. Mediante una técnica que consistía en utilizar 58.000 dibujos hechos a mano y maquetas como fondo, Cristiani creó una sátira en la cual Hipólito Yrigoyen sueña que se codea con los dioses del Olimpo y accidentalmente prende fuego Buenos Aires para librarla de la corrupción. La película fue un éxito rotundo y permaneció en cartel por seis meses. El incendio de Valle se habría llevado la única copia en existencia, sobreviviendo sólo un cartel publicitario y una animación de la caricatura de Yrigoyen.

Cristiani volvería a hacer historia en 1931 con Peludópolis, otra película que tenía a Yrigoyen en el centro, sólo que esta vez era desplazado por el golpe de Estado del Gral. José Félix Uriburu. En este caso, el largometraje fue el primero del país que contaba con sonido sincronizado, técnica que ya se había utilizado en los Estados Unidos, aunque no para una película animada. Esta película también se considera perdida ya que se cree que la única copia se perdió en otro incendio, esta vez en los laboratorios del mismo Cristiani. 

“Acá es imposible determinar qué es lo que está perdido y que no, porque desde el Estado nunca se hizo un inventario de la situación en la que está ese material”, indica Fernando Martín Peña¿Quién dijo que todo está perdido?

La Cinemateca y Archivo de la Imagen Nacional (CINAIN) fue creada en 1999 a través de la Ley 25.119. Su objetivo es el de “recuperar, restaurar, mantener, preservar y difundir el acervo audiovisual nacional y universal”, similar a la labor que realizan organismos similares en todo el mundo. Sin embargo, a pesar que el organismo está establecido, aún no cumple funciones.

“A partir de que yo vi que no se iba a existir la institución decidí abandonar la pelea desde la órbita pública y me dediqué a construir una bóveda para que el material que yo tengo no se pierda también”, indica Peña. Los 8.000 títulos de su colección son parte de la Filmoteca Buenos Aires (fundada por él, Fabio Manes y Christian Aguirre) y pueden ser vistos en ciclos en el MALBA o en el programa ‘Filmoteca, temas de cine’, emitido por la TV Pública y conducido por el mismísimo Fernando Martín Peña y Roger Koza.

Gracias a la labor del Museo del Cine Pablo Ducrós Hicken, la Fundación Cinemateca Argentina o coleccionistas privados, se han recuperado películas que forman parte de la historia de nuestro cine como Las aguas bajan turbias (Hugo del Carril, 1952), La fuga (Luis Saslavsky, 1937) o Nobleza Gaucha (Humberto Cairo, Ernesto Gunche y Eduardo Martínez de la Pera, 1915).


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