Qué es la ganadería ecológica: ventajas e inconvenientes

Si sueles seguir de cerca las noticias, probablemente estarás al tanto acerca de la necesidad que hay de reducir la huella de carbono en las principales actividades humanas dejan sobre el planeta. Entre estas actividades, algunas industrias fundamentales para la supervivencia de nuestra especie, como la ganadería, son de las que más contaminan. Por eso es clave la ganadería ecológica.

¿De qué se trata el concepto? La ganadería ecológica, también conocida como orgánica o biológica, está basada en un sistema de producción de alimentos de origen animal cuyas técnicas y estándares se ajustan a los que la Tierra soporta, en lugar de poner por encima la explotación total a fin de maximizar los dividendos. Y además, deben cumplirse garantías dietéticas específicas de seguridad.

Este modelo de desarrollo sostenible en lo rural, que aboga por el respeto por el medio ambiente, pretende el bienestar tanto de los animales como de las personas involucradas en la cadena y también de los consumidores, reduciendo las pérdidas y limitando las emisiones de CO2.

En la Unión Europea tenemos una certificación oficial para los productos procedentes de ganadería y agricultura ecológicas, de forma que el público pueda diferenciar esos artículos y elegirlos para apoyar un suministro más “limpio” de alimentos, según las inversiones que éste requiere.

Asimismo, se utiliza un sello identificatorio, o logotipo, en el que figura información importante acerca de los productos, mediante el cual se controla que no se abuse de las denominaciones orgánico y biológico, en el intento de engañar al comprador haciéndole creer que el origen de ese alimento es ecológico cuando, en realidad, proviene de los mismos viejos mecanismos que tanto mal han hecho al planeta.

Pilares de la ganadería ecológica

Este tipo de ganadería se sustenta en una serie de pilares, que le distinguen de la tradicional.

  • Conservación del entorno natural: es imprescindible la preservación del entorno natural, asegurando que se mantenga la biodiversidad de los hábitats y las características propias de cada ecosistema, introduciendo razas autóctonas allí donde hayan sido arrasadas, y evitando especies ajenas que podrían provocar colapsos del terreno o la desaparición de las locales.
  • Respeto por los animales: los ejemplares deben ser nacidos, criados y faenados respetando condiciones mínimas de vida, evitando situaciones de daño o maltrato innecesarias.
  • Calidad alimentaria: los artículos tienen que estar exentos de sustancias químicas nocivas, como fertilizantes y medicamentos, nutriendo a los animales con desechos y comida orgánica, influyendo positivamente así en las propiedades organolépticas de su cuerpo.

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