Qué es un muñeco vudú y para qué sirve

¿Qué es el vudú? Hay quienes creen que es una religión en sí misma, aunque la definición más aceptada es la que dice que es una mezcla de creencias africanas y cristianas. Actualmente el vudú continúa siendo practicado por etnias de Togo y Benín. El tráfico de esclavos de África a América hizo que se sintetizara con las religiones nativas, dando lugar a creencias como el vudú haitiano, la quimbanda brasileña y otras manifestaciones en Colombia y Puerto Rico.

Debido a su amplio abanico de rituales, se define como animista ya que otorga alma a los objetos y teísta porque cuenta con varias deidades. Los practicantes entran en estado de trance para comunicarse con las divinidades y creen en los sacrificios en forma de ofrendas.

Dicho de un modo sencillo, el vudú cree en la existencia de una entidad que no es accesible al ser humano y que se encarga de regir el universo sobrenatural. Por lo tanto, los seres humanos, a través de unas entidades llamadas loas, se comunican con dicho universo.

Muñeco de vudú: ¿qué es y para qué sirve?

El muñeco de vudú tiene la imagen y forma de una persona. Se confecciona con las características de la persona a la que se quiere representar y se elabora con tela. Una vez listo el muñeco, se coloca junto con diferentes objetos propios de la persona en cuestión.

Se tiende a creer que los muñecos de vudú únicamente se utilizan para producir el mal en una persona, pero también pueden atraer aspectos muy positivos como el éxito, la protección, la fortuna o el amor. Es más, en un principio se utilizaban para ayudar a los hechiceros a sanar a las personas.

Por lo tanto, se pueden utilizar con diferentes propósitos, siempre teniendo presente que pueden establecer contacto con la mente, el alma y el espíritu de una persona, aunque se encuentre a gran distancia.

Dentro de las creencias del vudú, se considera el muñeco como un medio mediante el cual se pueden transmitir pensamientos, emociones y sentimientos. Actúa a modo de instrumento con el que se establece una conexión directa entre el hechicero y la persona a la que se quiere influenciar.

En definitiva, los muñecos de vudú son representaciones de personas con forma humanoide para producir cambios, positivos o negativos, en sus vidas mediante rituales mágicos.

Cabe señalar que en el vudú la magia del daño es de color rojo. Cuando un practicante permite que un ser malévolo tome posesión de él, sus ojos se vuelven rojos, mostrando así la presencia del mal.


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