¿Qué ha fallado para naufragar así?


El Espanyol recibe este domingo al Real Madrid en el RCDE Stadium (22 h.) herido de muerte y virtualmente en Segunda División, tras la dolorosa que no inesperada, derrota del jueves en el Villamarín.



El equipo de Abelardo cayó de forma bochornosa ante uno de los peores Betis de los últimos años. No fue goleado, pero nunca dio la sensación de poder llevarse el partido por culpa de una alarmante ineficacia y falta de contundencia en ambas áreas: blando atrás, sin lucidez ni toque en la medular y sin pegada arriba. Para muesca la increíble jugada que falló Wu Lei cuando todos ya cantaban gol.

Quedan aún siete jornadas por disputarse de la Liga exprés y están a 8 puntos de la permanencia. El colista debería sumar los 21 en litigio para acariciar un milagro ahora casi imposible. Y es que no hay que olvidar que se mide a Real Madrid, Real Sociedad, Barcelona y Valencia, en este periplo. Para postre recibe a rivales directos como el Leganés, el Eibar y el Celta, que morderán la hierba y sacarán el cuchillo para arañar puntos y pelear por una salvación que ya se le hace cuesta arriba a los pericos.

Pero ¿qué ha pasado para acabar en este prematuro naufragio? ¿qué ha pasado para que en un año histórico por el celebrado retorno a Europa, se acabe cayendo al infierno? Ha fallado todo. Nadie se salva de la quema, empezando por todos los jugadores y el cuerpo técnico, pasando por la dirección deportiva, los que siguen y los que se marcharon, y acabando en la directiva que preside Mister Chen.

Un desastre de planificación deportiva: sin fondo de armario

Hace ahora casi un año (el 3 de julio arrancó la pretemporada para preparar el debut europeo) y

la planificación deportiva en ese verano
no ha estado a la altura como se ha demostrado
. Ni para cubrir bajas de peso (Mario Hermoso y Borja Iglesias), ni para articular una plantilla sólida y con recursos ante la exigencia de jugar en tres competiciones: no ha habido un buen fondo de armario y el hecho de ‘quemar’ a 11/13 futbolistas que lo han jugado todo ha ido en detrimento del juego del colectivo.

Tampoco se ha acertado con el ‘capo’ del banquillo. Hasta tres entrenadores han pasado y ninguno ha dado con la tecla. Ni Abelardo, con mucha culpa en la debacle de los últimos dos partidos.

La directiva que preside Chen no quiso rascarse el bolsillo el pasado verano y se ha pagado caro al final. Sí que lo hizo en enero, cuando llegaron RDT, Cabrera, Embarba y Oier que subieron el nivel del equipo, pero ya era tarde.

Por último a este vestuario no se le puede recriminar falta de compromiso, al menos a una mayoría, pero es un bloque atenazado que no da para más. La falta de fortaleza mental y liderazgo en el grupo ha pasado factura en esta exigente fase. No se ha dado el do de pecho y ahora el tránsito que resta hasta el 19 de julio será un calvario.


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