¡Qué manera de ganar, qué manera de sufrir!

El Atlético de Madrid ganó a la Real Sociedad (2-1) para mantener el liderato y dar un paso de gigante para ser campeón de Liga. Un partido que el conjunto rojiblanco encaró con carácter, en el que pudo golear, y en el que acabó pidiendo la hora. Mucho sufrimiento, demasiado, pero tres puntos de oro.

Corroborar las buenas sensaciones que dejó el Atlético en Barcelona, darle continuidad y sobre todo, dejar los tres puntos en casa, era el objetivo del conjunto rojiblanco para seguir liderando la clasificación con el condicionante de ser el único que dependía de sí mismo para ser campeón. La palabra final va tomando más sentido según se acerca el final, y eso se percibía en el ambiente, por más que las caras de los jugadores en el calentamiento no distasen mucho de las de cualquier otro partido. La procesión, claro, iría por dentro.

Arrancó el choque con Lemar como única baja de los locales (sustituida por Saúl, con Joao en el banquillo) y con cinco cambios en el once de Imanol respecto a la última cita. El Atlético sabía lo que se jugaba. Y salió decidido. Mucho. Mordiendo en cada balón, siendo vertical, gritando a los cuatro vientos que quería ser campeón, como aficionados lo hacían fuera del Metropolitano. Prueba de ello es que en diez minutos, los colchoneros tuvieron hasta cuatro ocasiones. Dos, clamorosas. Un mano a mano de Llorente que, con Suárez al lado, se topó con Remiro, y otra del uruguayo, tras pase del ‘14’, que solo en el punto de penalti, con todo el tiempo del mundo, decidió lanzar forzado en lugar de parar el balón y definir.

Las mejores imágenes del Atlético de Madrid – Real Sociedad


Y llegó el gol. En un córner sacado en corto, de esos que se suelen odiar. Movió el balón el Atlético y Llorente vio a Carrasco en el segundo palo. Controló el belga y aunque se le fue algo el balón, metió la puntera para marcar. Premio más que merecido para una salida bestial del Atlético. Correa atraía a los centrales y Llorente rompía al espacio. Una y otra vez. Imanol se desesperaba.

Fue entonces cuando la Real despertó y dio señales vida. Barrenetxea dio el aviso y su equipo recogió el guante. Dieron un paso adelante y se hicieron con el balón, ante un Atlético que seguía presionando, pero ya con una marcha menos. Pero Saúl peleó, y ganó, un balón aéreo. Y le cayó a Suárez, que metió un delicioso pase interior para Correa. El argentino definió a la perfección para poner tierra de por medio y aclarar aún más el camino.

La Real estaba tocada, pero no hundida. Lo demostró Isaak en el 37’, con un zurdazo (antes ya había tenido una volea que centró demasiado) para que Oblak se luciese. Amenazaban los vascos, pero los espacios daban vida al Atlético, con un luchador como nunca Suárez y un soberbio Llorente, si bien todo el equipo respondía. No se puede decir lo mismo de Sagnan. El central francés era un nido de nervios, y su zona una autopista al paraíso para los rojiblancos, que pudieron sentenciar antes del descanso si Correa hubiese acertado con un fácil pase de la muerte a Carrasco. El Atlético había encaminado el triunfo, pero 45 minutos en un final de Liga, son un mundo. Que se lo digan al Barça.

La segunda mitad arrancó sin Isak. Entró Bautista. Quería presionar arriba la Real, herida en el orgullo. También mordía el Atlético, que tuvo otra clarísima en las botas de Suárez. Lo vio tan fácil que se lio. Incomprensible. Mucho estaban perdonando los colchoneros, que leyeron bien el partido y comenzar a alargar las posesiones, pero también con llegadas claras que no se culminaban por esa última mala decisión.

Imanol seguía moviendo el banquillo en busca de la reacción. Simeone, inmovilista. Esta vez, con razón por le rendimiento del equipo, aunque el cansancio empezaba a acusarse en algunos jugadores. Portu volvió a probar a Oblak, con muy mala intención, pero el esloveno estuvo imperial de nuevo. Ni llegaba la sentencia, ni llegaba el de la Real para apretar las cosas.

Esperó hasta el minuto 70 para cambiar Simeone. Entraron Kondogbia y Joao Félix por Saúl y Correa. En esas, Oyarzábal ya había dejado el terreno de juego en una Real muy joven que ya tenía el balón, pero sin profundidad. El Atlético, tras el enorme esfuerzo realizado, ya esperaba. Menos Koke, en su partido 500, que no paraba. Robar y correr. Como hizo Llorente, para dársela a Suárez, que volvió a fallar ante Remiro. En su partido más sacrificado, se vio su versión más ‘fallona’.

Y por más tranquilo que estuviese el Atlético, la Real pudo meterse en el partido con una triple ocasión en la misma jugada, Portu al palo, Bautista contra Savic y Merquelanz arriba. No le gustó nada a Simeone, que retiró a Suárez (fundido y enfadado) para meter a Lodi y cerrar con tres centrales. Pero el fútbol es caprichoso, y Zubeldia marcó en el 83’ tras encontrarse un balón suelto en el área pequeña tras un córner. A sufrir.

Estaba muy cansado el Atlético y la Real, con recambios y sin nada que perder, se volcó. Simeone estaba dentro del campo. La tensión se cortaba con un cuchillo. Tres de descuento para poner a prueba las piernas, la cabeza y los corazones de los colchoneros. De los del campo, y de los de casa. Y se acabó. Tres puntos de oro. El Atlético pudo golear. Y acabó pidiendo la hora. Pero dio un paso de gigante para ser campeón.

(+) Mira el resumen del Atlético de Madrid – Real Sociedad

Atlético R. Sociedad

2

1

13 J. Oblak

1 Remiro

15 S. Savić

2 J. Zaldua

18 Felipe

6 A. Elustondo 69′

22 M. Hermoso

(5 I. Zubeldia)

8 Saúl 73′

15 Modibo Sagnan 59′

(4 G. Kondogbia)

(26 J. Pacheco)

6 Koke

20 I. Monreal 59′

23 K. Trippier

(28 Roberto López)

14 M. Llorente

36 Zubimendi

21 Y. Carrasco

14 Guridi

10 Á. Correa 73′

7 Portu

(7 João Félix)

10 M. Oyarzabal 69′

9 L. Suárez 81′

(17 Merquelanz)

(12 R. Lodi)

22 A. Barrenetxea

19 A. Isak 46′

(25 J. Bautista)

Goles:(1-0) Y. Carrasco (16′), (2-0) Á. Correa (28′), (2-1) I. Zubeldia (83′)

Tarjetas:L L

Árbitro: Cuadra Fernández (Comnite Balear)

Espectadores: A puerta cerrada en el Wanda Metropolitano

LO MEJOR La salida de campeón del Atlético, con una soberbia primera parte, en la que gritó que quiere ser campeón de Liga
LO PEOR El conjunto rojiblanco acabó fundido tras desperdiciar muchas ocasiones y acabó pidiendo la hora

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