Qué son y qué provocan

Una de las infecciones intestinales más peligrosas que existen en el mundo, la producen las amebas pequeños parásitos que pueden llegar a ser realmente contagiosos. Os hablamos a continuación sobre qué son las amebas y qué provocan.

Qué son las amebas y qué provocan

amebas

Generalmente cuando se habla de las amebas, se hace para referirnos a los organismos unicelulares que se alimentan de células vivas o muertas y que se encuentran en el medio acuoso, pero una ameba no deja de ser también un parásito intestinal del tipo  Entamoeba histolytica y es esta la que ahora ocupa nuestra atención, si bien puede llegar a producir una de las enfermedades infecciosas más terribles en el mundo: la amebiasis.

Las amebas son protozoos de la clase de los rizopodos que consisten en una sola célula móvil, a veces encerrada por una membrana delgada, que forma el quiste amebiano (una esfera cuyo diámetro está entre unas pocas micras y algunas decenas de micras). En el colon del ser humano viven varias especies de amebas, pero solo la del género Entamoeba histolytica puede causar amebiasis, porque es la única capaz de atravesar la mucosa de los intestinos y destruir la pared intestinal.

Esta infección , que afecta a alrededor del 10% de la población mundial, está muy extendida, sobre todo en las regiones tropicales más pobres, desprovistas de alcantarillas en ventilación directa, letrinas y agua potable, y en las que es práctica actual el uso de heces humanas como fertilizante. La amebiasis también puede afectar a aquellos viajeros que no hayan observado las normas básicas de higiene alimentaria durante su estancia en países tropicales o al regreso.

Infección

La enfermedad se contrae por la ingestión de quistes amebianos que suelen estar presentes en el agua, pero también en frutas y verduras (cuando estas no han sido bien lavadas o desinfectadas antes de ser consumidas). La ameba se instala en el colon, en la superficie de la mucosa : la persona que no presenta ningún síntoma , pero cuyas heces contienen quistes infecciosos capaces de contaminar a otras personas, se denomina portadora sana . En una segunda fase de la infección, la  ameba coloniza el grosor de la pared del colon, desencadenando propiamente dicha amebiasis.

Diagnostico y tratamiento

El parásito se identifica en las heces mediante examen microscópico, especialmente en el caso de disentería ; En cambio, la amebiasis hepática y pulmonar se diagnostica mediante la búsqueda de anticuerpos específicos en la sangre.

Los abscesos se localizan con ecografía o tomografía computarizada (TC); en caso de absceso hepático , puede ser necesaria una punción exploratoria bajo control ecográfico.

El tratamiento de la amebiasis consiste en administrar amebicidas de perfusión ( metronidazol ) y, para portadores sanos, amebicidas de contacto . Este tratamiento garantiza la curación . En el caso de los abscesos, además de realizar una terapia con amebicidas de perfusión, muchas veces es necesario intervenir quirúrgicamente.

Ameba del agua

La infección por Naegleria no es demasiado frecuente, aunque en la gran mayoría de los casos resulta mortal. La infección se contrae por una amebla que habita en agua dulce, de manera que la exposición se da al practicar deportes acuáticos o al nadar.

La ameba ingresa en el organismo a través de la nariz, desde donde viaja hasta el cerebro, causando daños de carácter grave. Prácticamente el 100% de las personas infectadas por la ameba del agua mueren una semana después de comenzar los síntomas.

La infección causa una enfermedad que recibe el nombre de meningoencefalitis amebiana primaria, una infección cerebral que destruye de forma progresiva el tejido del cerebro. Los síntomas comienzan entre dos y diez días después de la exposición, y los más comunes son los siguientes: dolor de cabeza muy intenso, fiebre, congestión nasal, desorientación, rigidez en el cuello, somnolencia y convulsiones.

Ameba come-cerebros: casos en España

El primer caso de la ameba come-cerebros que se registró en España tuvo lugar en 2018. Una niña toledana de 10 años sufrió una infección por Naegleria y, a pesar de que la tasa de mortalidad es del 97% por la inflamación cerebral, la pequeña consiguió sobrevivir.

La niña empezó a sentirse muy mal y fue ingresada en el Hospital Virgen de la Salud de Toledo con «sintomatología específica». En un primer momento los médicos pensaron que tenía meningitis, pero decidieron consultar al Centro Nacional de Microbiología y los investigadores hallaron la presencia de un protozoo en los cultivos, una ameba de la que hasta entonces no había ningún caso en España.

A través de una encuesta epidemiológica se analizaron los hábitos de la pequeña, y los investigadores llegaron hasta la piscina cubierta de Torrijos. Se recogió agua de las instalaciones y se remitieron al Centro Nacional de Microbiología. Aparecieron amebas en la muestra de la piscina tanto de niños como de adultos.


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