¿Qué te puede pasar si comes comida para perros?

¿Qué te puede pasar si comes comida para perros? Si tienes perro en casa seguramente procurarás alimentarle con el mejor pienso, y tal vez le compres algún tipo especial de galleta para premiarle cuando se porta bien y aunque a ellos parece encantarles no parece que su comida sea demasiado apetecible para nosotros los humanos, sin embargo puede ocurrir que accidentalmente cojas una de sus galletas sin darte cuenta o que uno de tus hijos se coma su pienso para probarlo con la consecuente preocupación.

¿Qué pasa si comes comida para perros?

La comida de perros, y nos referimos tanto al pienso como a sus galletas o «golosinas» suele hacerse siempre con todas las vitaminas, proteínas, grasas y carbohidratos que ellos necesitan para cubrir sus necesidades, tanto en lo que respecta a su tamaño como a su peso. De hecho siempre vamos a encontrar comida específica en función de si tu perro es de raza grande, mediana o pequeña e incluso podemos encontrar pienso elaborado para un determinado tipo de dieta como el que se puede encontrar para perros castrados o perras esterilizadas.

Por este motivo, sabiendo que la comida de perro suele hacerse mirando mucho sus ingredientes para que sea lo más equilibrada posible, no parece que nos vaya a pasar  nada si ingerimos una pequeña cantidad por error.

Sin embargo, no es tanto el tipo de comida, o los ingredientes, sino las porciones, la elaboración de la misma y otros «extra» que se le pueden añadir, lo que nos puede llegar a afectar, dado que muchas veces para enriquecer todavía más esa comida nutritiva para perros, recurren a restos de huesos, así como partes de animales que no es que suelan utilizar para la comida de los humanos.

Además, es una comida que suele tener mucha más grasa que la que nosotros comemos, de modo que si en alguna ocasión se te ha pasado por la cabeza probar un poco del pienso de tu mascota, será mejor que no lo hagas ya que el riesgo de sufrir diarrea, dolor de estómago e incluso intoxicación y vómitos es elevado, aunque para llegar a ese extremo, tendríamos que ingerir una buena cantidad de comida de perros y además, durante más de un día.

¿Y las latas? 

Por otro lado, las latas de comida fresca o comida cruda que suelen ser de carnes de res o de pollo, o también de pescado, pueden ser un auténtico riesgo para nuestra salud. Piensa que no deja de ser de alguna manera, comida cruda y con ello, existe el riesgo de que se contamine con alguna bacteria que puede afectar a nuestro organismo. Incluso cuando se abren y se conservan de una forma incorrecta puede llegar a afectar a nuestra mascota de modo que debemos procurar cerrar bien la lata y guardarla en la nevera o también pasar el contenido sobrante a un tupper específico y dejarlo en un estante de la nevera en el que no esté en contacto con otros alimentos.


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