El patronato de la Fundación del Levante, que domina el 62 por ciento de las acciones del club, se reúne este lunes con la intención de debatir acerca del futuro del presidente Quico Catalán, quien propuso ser examinado por su gestión antes de que se confirmara el descenso del equipo a Segunda División.
La celebración de esta reunión extraordinaria del pleno del Patronato tiene como único objetivo analizar la propuesta recibida de Catalán que en un escrito remitido a este organismo recalcó su voluntad de “dar cumplimiento al compromiso que adquirí de someter, al finalizar la temporada, mi gestión y la del Consejo de Administración de la sociedad a la consideración de la Fundación”.
Catalán se comprometió de forma pública en enero de este año a ser sometido “a un examen del levantinismo” al finalizar la presente campaña, en la que el Levante ha bajado a Segunda División y tiene la necesidad de vender futbolistas por un valor de algo más de diez millones de euros antes del 30 de junio para cuadrar las cuentas del ejercicio.
Formado por veintidós patronos, entre los que se encuentra el propio Catalán y otros dos consejeros del Levante, la Fundación domina el paquete mayoritario de acciones y con sus títulos ha apoyado en los últimos años al actual consejo de administración, cuyo mandato vence en diciembre de 2023.
De hecho, el presidente de la Fundación del Levante, Vicente Furió, ha expresado de forma pública en sus últimas declaraciones que él, a título personal, es partidario de que Catalán y el resto del consejo sigan al frente del club y agoten su mandato pese al descenso y los problemas económicos del club, que el pasado ejercicio arrojó unas pérdidas de veintitrés millones de euros.
Sin embargo, la cita entre los patronos de la Fundación también podría desembocar en la convocatoria de una junta general extraordinaria de accionistas, que se celebraría en la primera quincena de julio, y en la que se podría someter a votación la continuidad del actual consejo de administración.
En este caso, uno de los aspectos fundamentales de esa junta será saber si la propia Fundación decide votar en cualquier sentido con su paquete accionarial o abstenerse y que sean el resto de pequeños accionistas quienes decidan el futuro inmediato del presidente Catalán y del resto de consejeros del Levante.