Con Jeanine Áñez ya hay “un genocidio ascendiendo”; “a mí me acusaron de dictadura, esta es la verdadera dictadura”. Y la “OEA es responsable de esta masacre”.
“No creo que el pueblo pare”, el pueblo “siempre ha derrotado las dictaduras” y en este caso en Bolivia va a “sacar la dictadura y acabar con el golpe de Estado“, consideró Evo Morales, quien renunció el pasado domingo a la presidencia de su país y se encuentra asilado en México.
En entrevista para Aristegui CNN, apuntó que en los últimos días ya se habla de hasta 20 muertos “a bala”, por lo que esto “ya es un genocidio ascendiendo, lamento mucho tantos muertos… a mí me acusaron de dictadura, esta es la verdadera dictadura, cómo se vive con golpe de Estado, en una dictadura se vive con tantos muertos… hasta el día domingo que renuncié, ni un muerto a bala, defendimos la vida y a la gente más humilde”.
CIDH condena uso desproporcionado de la fuerza policial y militar en Cochabamba #Bolivia que ya resultaron en 5 personas fallecidas e múltiples heridas. Las armas de fuego deben estar excluidas de los dispositivos utilizados para el control de las protestas sociales (1/6) pic.twitter.com/G6lg5hx0W5
— CIDH – Comisión Interamericana de Derechos Humanos (@CIDH) November 16, 2019
Incluso los calificó como “delitos de lesa humanidad”, por lo que el “gobierno de facto tiene que ser juzgado por tantos muertos“; “ahora que ya no está el presidente Evo, todos con bala contra el movimiento popular”.
“Yo había cuidado que no hubiera muertos… si renuncié no es por cobarde, no quería que siguiera la violencia ejercitada por la derecha”. “Ahora es la dictadura, la represión, el golpe de Estado”, acotó.
Por eso “lamento mucho que estén matando a mis hermanos”, subrayó.
“Lamento mucho que policía nacional y fuerzas armadas son cómplices de una dictadura y cómplices de lo que está pasando en este momento”, señaló.
Además, sostuvo que la “OEA es responsable de esta masacre, Luis Almagro es responsable de esta masacre“.
-¿Y no volverá?-, le preguntó la periodista Carmen Aristegui.
“Mucho depende de la asamblea legislativa pero he cumplido con mi gestión, con mi tarea, pero la lucha sigue…”.
Si formalmente no se aprueba su renuncia, “Bolivia tendría 2 presidentes, uno de facto (Jeanine Áñez), producto de un golpe de Estado y otro legal, constitucional, que sería Evo Morales, aunque no ejerce frente a la violencia”.
Y es que un jurista le dijo que “mientras no aprueben mi renuncia sigo siendo presidente”, aunque reconoce: “me siento expresidente después de que presenté mi renuncia”.
Ante la advertencia de Áñez de que no puede volver a competir por la Presidencia en las nuevas elecciones que se organicen, Evo reviró: “¿por qué tanto miedo?, No es Evo, no es Álvaro (García Linera), es el pueblo organizado”.
Pero analiza la situación: ¿cuál sería la mejor forma de pacificar? “Escuchando las distintas protestas”, responde.
“La mejor forma de pacificar es una reunión con Mesa, Camacho, Evo, los movimientos sociales, que esté el gobierno de facto”, dijo.
“La única forma de parar (la violencia) es iniciar esta gran reunión… con altas autoridades de partidos, incluido Evo Morales”, insistió.
Recordó que antes de su renuncia se ofrecieron 50 mil dólares por “entregarlo“, en lo que calificó como un “golpe bien preparado” que se fue gestando desde que la oposición no reconoció la derrota en las pasadas elecciones, donde “ganamos en la primera vuelta”.
“La derecha después de que ganamos, el 21 de octubre, instruyó: movilícense… hicieron quemar ánforas de sufragio, sabían que habíamos ganado… con las quemas se confunde todo… mandaron a quemar urnas electorales… cada partido tiene sus actas… voto por voto, mesa por mesa, acta por acta… (pero) el golpe de Estado bien estaba preparado”, expuso.
Y las amenazas escalaron: “quemamos tu casa… quemamos a tu familia, a tu esposa, si no renuncias… eso es fascismo… quemaron sedes sindicales… imagínese el racismo”.
Por ello fue que aceptó ir a nuevas elecciones, con nuevos miembros del tribunal electoral, para que los grupos violentos no siguieran intimidando a sus compañeros.
“¿Dónde está la fiscalía y la policía para proteger?”, preguntó. “El delito que tengo es ser indígena”, sostuvo.
Entonces, “decidí renunciar para que no sigan agrediendo a nuestras familias”.
Lo que la derecha no acepta es que los movimientos sociales, indígenas, hayan cambiado Bolivia; en su contra usan hasta la Biblia, pero todo está “basado con racismo, fascismo, golpismo y llegan a genocidio”, por lo que confió en que “el pueblo y el mundo juzgará”.
“Nosotros tenemos la cultura de la vida, (mientras) a ellos no les interesa la vida… (quieren) tener el poder para dominar a los indios… no aceptan que nosotros como movimientos sociales aportemos para el desarrollo… quieren una Bolivia sin indios”, apuntaló.
Respecto a que el gobierno de facto lo señala de delitos electorales, Evo preguntó cuáles: “es otro invento como a Lula… el fiscal que lo acusó dijo que no tiene pruebas pero sí convicciones“.
Aquí un fragmento de la entrevista difundida por CNN: