Raynald Denoueix: “No cambiaría nada de lo que hice”


Raynald Denoueix (Rouen, 1948) dejó impronta en la Real, su último club como entrenador porque tras su marcha de la entidad txuri urdin nunca más volvió a sentarse en un banquillo. Ejerció como comentarista para una televisión francesa y ahora, más alejado del fútbol, disfruta de su jubilación con la lectura y viendo algún que otro partido. El galo recuerda con cariño sus años en Donostia, aquella temporada del subcampeonato y cree que esta Real está capacitada para regresar a Europa.



¿A qué se dedica ahora?

Ahora estoy jubilado. Leo mucho. Miro partidos de fútbol: intento ver uno de la liga francesa, otro de la liga española y otro de la liga alemana, pero sobre todo leo mucho.

¿Por qué no volvió a entrenar tras dejar la Real?

Es verdad que cuando me fui de la Real tuve algunas propuestas interesantes, pero después de mi etapa en el Nantes y en la Real Sociedad no tenía ganas de volver a entrenar. Recuerdo que ahí, en San Sebastián, cuando me fui, algunos dijeron que tenía ofertas de Grecia y que me iba a ir, pero no era cierto. Pasé años muy buenos tanto en el Nantes como en la Real y no encontré una oferta que me llenara y preferí dedicarme a otras cosas.

¿Mantiene contacto con alguien en el club?

Estuve hace un tiempo con Julen Masach y cuando estuve en San Sebastián coincidí con gente del club. En mi etapa de comentarista de
Canal +, haciendo un partido en Madrid, me encontré con Xabi Prieto y le pude saludar.

¿Cuándo fue la última vez que estuvo en Donostia?

Creo que sería en 2011, cuando estaba de comentarista. Luego estuve una vez en Zubieta aprovechando que tenía que comentar un partido en Pamplona. El País Vasco me trae muy buenos recuerdos y volver a San Sebastián me hace feliz. Fueron dos años muy buenos, maravillosos, de los que guardo un gran recuerdo.

¿Qué ha significado para usted la Real?

La Real me dio la oportunidad de conocer otro campeonato, otro fútbol. Me encontré un club muy familiar, en el que me dejaron trabajar y conocí a mucha gente maravillosa de la que guardo un gran recuerdo. Fue una etapa muy bonita.

Sobre todo el año del subcampeonato…

Fue una temporada magnífica, en la que los resultados fueron muy buenos porque había un buen equipo. Hicimos un gran año y pudimos pelear por la liga con un equipo como el Real Madrid, que tenía magníficos jugadores.

Imagino que en estos años habrá pensado en aquella Liga que se escapó. ¿Cambiaría algo de aquella temporada?

No se puede decir hoy lo que habrías hecho entonces. Las decisiones que tomamos entonces eran las que creíamos mejores y te digo claramente que no cambiaría nada de lo que hice. Lo único que cambiaría sería los resultados de los dos últimos partidos. Hablar ahora de lo que habría hecho no tiene sentido.

Si esa primera campaña fue sobresaliente, la segunda fue bien distinta…

Sí, pero es que no era fácil. Había que compaginar la Liga con la Champions y eso es muy difícil para un equipo que no está acostumbrado a hacerlo. Desgraciadamente las cosas no fueron como se esperaba, pero fue una gran experiencia.

¿Qué le sorprendió del club?

La mentalidad de trabajo de los jugadores. Es gente que entrenaba sin problemas, sin quejas, cosa que no se puede decir en muchos equipos de ahora. Había una disciplina de trabajo muy buena. Eso me sorprendió y me agradó mucho.

Volviendo al presente ¿qué le está pareciendo la Real esta temporada?

No le he visto muchos partidos, pero por lo que he visto es un equipo que juega bien al fútbol, que está haciendo las cosas muy bien y que si está donde está en la clasificación es por algo. Tienen buenos jugadores y cuando un equipo tiene buenos jugadores es más fácil conseguir buenos resultados.

¿Es comparable este equipo al que dirigió usted?

No. Son equipos diferentes, con jugadores diferentes. Es verdad que los dos equipos pueden tener similitudes en cuanto a la forma de jugar: la posesión, el juego combinativo, pero son equipos diferentes, en etapas diferentes, con jugadores diferentes.

¿Ve a esta Real con posibilidades de jugar en Europa?

Claro que sí. Está jugando muy bien, tiene buenos jugadores y si está arriba en la clasificación es por algo. No va a ser fácil porque hay otros equipos que también quieren lo mismo, pero la Real tiene posibilidades, por eso está ahora ahí arriba.

¿Qué opinión tiene de futbolistas como Oyarzabal y Odegaard?

Oyarzabal es un jugador muy inteligente. Se mueve muy bien por todo el campo, domina los espacios. Con jugadores como él y como Odegaard es muy fácil hacer un buen equipo. Son dos jugadores jóvenes todavía, que tienen mucho margen de progresión, pero que son inteligentes y muy combinativos. Pero lo que digo siempre. Lo importante no es tener un buen jugador en un equipo, sino que los buenos jugadores estén bien rodeados porque si no el equipo no va a funcionar.

No conoce el nuevo Anoeta pero ¿ha podido ver el nuevo aspecto del campo? ¿Qué le parece?

Mucho mejor que el anterior. Recuerdo que cuando yo estaba ya había un proyecto para cambiarlo, pero no se ha hecho hasta ahora y supongo que el ambiente será magnífico y los aficionados y los jugadores lo agradecerán. Es una pena que no pudiéramos tener nosotros un campo así.

Con usted y con Montanier la Real jugó la Champions. ¿Le sorprende que no hayan llegado más técnicos franceses a la Real?

(Risas) Eso es una coincidencia. No por traer un entrenador francés el equipo va a ir a la Champions. Lo bueno es que tanto Philippe como yo tuvimos muy buenos jugadores en nuestras plantillas y, como te he dicho antes, con buenos jugadores es más fácil hacer un buen equipo. Recuerdo que Montanier tenía a Griezmann, a Vela, dos futbolistas que hacen la diferencia. Pero es que además estaban muy bien rodeados. Yo también tuve buenos futbolistas, por eso no importa tanto de dónde sea el entrenador.

Hablando de Griezmann ¿por qué cree que está teniendo problemas para adaptarse al Barça?

No es fácil adaptarse a un nuevo equipo. Además el Barça no está jugando tan bien y eso lo hace un poco más difícil. No es fácil jugar siempre como lo hacían hace unos años. Algunos de aquellos futbolistas ya no están y es más difícil. Griezmann es un gran jugador, pero para que alguien brille el equipo tiene que jugar bien. Mira Messi con Argentina.

Un futbolista por el que usted sentía debilidad era Xabi Alonso. ¿Sabe que es el entrenador del Sanse?

Sí, lo sé y le mandé un mensaje cuando me enteré.

¿Le ha sorprendido?

No.

¿Era entonces de esos jugadores en los que se adivina un futuro técnico?

Es muy difícil decir de un jugador que va a ser entrenador en un futuro. Pero es verdad que Xabi ha tenido grandes entrenadores en el Liverpool, que ha tenido grandes entrenadores en el Real Madrid y también en el Bayern de Munich y de todos ellos ha podido aprender cosas. Pero lo más importante de Xabi Alonso es que como jugador era un gran jugador. Y cuando uno es un gran futbolista es más fácil porque es una persona que entiende muy bien el fútbol. Me alegro por él y espero que le vaya bien.

Dice que aprendió de grandes entrenadores en el Madrid, en el Liverpool ¿también en la Real?

Espero que sí (risas). Yo tuve la suerte de tenerlo como jugador, para mí era una ventaja tener a un jugador como Xabi Alonso y supongo que algo habrá sacado él de mí.


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