El Espanyol, con 27 puntos, uno más que los equipos que están en descenso, afronta las últimas doce jornadas de LaLiga Santander con la obligación de sumar 15 unidades que le lleven hasta esos 42 que en teoría (y sólo en teoría) le garantizarían la permanencia.
De estas doce jornadas que restan, seis las disputa el Espanyol en casa y seis como visitante. En el RCDE Stadium debe recibir a Athletic (jor. 28), Cádiz (30), Getafe (32), FC Barcelona (34), At. Madrid (36) y Almería (38). Y como visitante se medirá a Girona (27), Betis (29), Villarreal (31), Sevilla (33), Rayo (35) y Valencia (37).
Cinco rivales de ‘su’ Liga, seis que están en zona europea o en la pelea por meterse en ella, en estos momentos, más un Girona que en función de los resultados puede apuntar también al sueño continental.
Diego Martínez, entrenador del Espanyol
Hasta ahora, el equipo de Diego Martínez ha obtenido mejores réditos como visitante que como local: 13 puntos en el RCDE Stadium, 14 lejos de su feudo. Es el segundo peor local de la tabla, con sólo un 33,3% de los puntos ganados. El segundo peor registro de los blanquiazules en Primera desde su traslado a Cornellà, en la temporada 2009-10, sólo ‘superado’ por el pírrico e histórico 21,1% (12 puntos de 38) conquistados en la 2019-20, la del último descenso.
Una asignatura pendiente, la de convertir el RCDE Stadium en un fortín, que el Espanyol sólo ha aprobado con nota, por encima del 60%, además de la temporada en Segunda (sumó el 76,2% de los puntos posibles), en otras dos ocasiones: en la 2010-11, cuando ‘ató’ el 61,4% de los puntos como local, y en la 2018-19, cuando elevó el listón hasta el 63,2%, su mejor registro hasta ahora en Primera en Cornellà-El Prat y que le valió el pasaporte a la Europa League.
El global de estas trece campañas en la máxima categoría desde su traslado al nuevo campo supera ligerísimamente el aprobado, con un 50,5% de puntos ganados sobre el total de los disputados: 365 de 723. Con esta media, el Espanyol sumaría, hasta final de curso, nueve puntos en casa, lo que le obligaría a conquistar al menos seis más lejos de casa para alcanzar la frontera de los 42.
Y esto, contando con el apoyo de una afición si no numerosa, sí entregada. Y que ante el Celta, en el último partido disputado en casa, estableció la mejor entrada desde el 1 de marzo de 2020, cuando 30.360 seguidores acudieron a presenciar el choque ante el At. Madrid. Ante el Celta fueron 26.231. Pero como dijo Darder, de poco sirve si el rival marca casi en cada aproximación al área local.