Damian Lillard es un jugador único, con solera. Anoche superó la barrera de los 15.000 puntos, una cifra que tan solo el legendario Clyde Drexler ha superado en el pasado vistiendo la camiseta de los Portland Trail Blazers. El dato habla por sí solo: Dame significa mucho para la franquicia de Oregón.
“Es un gran logro, algo de lo que estoy orgulloso, pero mi trabajo está lejos de terminar”, comentó un Lillard que ha prometido llevar a Portland al anillo NBA. El camino, no se equivoca, será largo.
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Con 34 puntos y 8 asistencias, el base chafó el debut en casa de los Golden State Warriors. Los Blazers se llevaron la victoria por un contundente 98-123 a pesar del retorno a las canchas de Draymond Green y el retorno de los Warriors al Chase Center tras 297 días.
Green debutó sin puntos y aportó 4 rebotes y 4 asistencias tras fallar sus tres tiros de campo intentados. La falta de eficiencia castigó a Golden State una vez más: 20% en triples (7-35) y 39% en tiros de campo (31-79). Stephen Curry, como no, lideró la contienda para los de la Bahía con 26 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias.
En una noche con más de un hito, Lillard contó con la ayuda de C.J. McCollum, autor de 28 puntos y segundo jugador de la historia en anotar más de 25 triples en los cinco primeros partidos de la temporada. También colaboró en el triunfo Carmelo Anthony.
La veterana estrella anotó 18 tantos y superó en la lista histórica de anotadores de la NBA a Tim Duncan. Ahora es el decimocuarto máximo anotador de todos los tiempos y seguirá sumando.
Tras un primer cuarto fulgurante, con 10 de 15 en triples para los Blazers, el partido tuvo poco historia. “Han empezado al rojo vivo, lo han metido todo”, concedió Steve Kerr.
Tras el 21-36 de inicio, el encuentro se resumió en el susto que dio James Wiseman al retirarse dolorido por una torcedura de tobillo que, por fortuna, no representa ningún contratiempo grave para el número dos del Draft.
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