Por Diana Manzo
Irma Galindo Barrios, ambientalista Ñuu Savi (mixteca) de Oaxaca desapareció el 27 de octubre en la Ciudad de México y no hay rastros de su localización. La Red de Defensoras de México denunció la omisión del Mecanismo de Protección de Defensores de Derechos Humanos y Periodistas de la cual la guardabosques era beneficiaria, y también de las autoridades de la Ciudad de México, quienes a la fecha no han iniciado con el protocolo de búsqueda.
Por segunda ocasión, Irma Galindo está desaparecida. En noviembre del 2019,huyó después de que le quemaran su casa por defender el bosque en Atatlahuca, Oaxaca y ahora, desde el 27 de octubre, lleva 20 días sin dar mayor rastro. En estas dos veces, el estado ha sido omiso, denunció Aurora de la Riva, representante de la Red de Defensoras de México.
Según informó la Red de Defensoras, Irma Galindo ya era beneficiaría del Mecanismo y el 29 de octubre le iban a entregar su botón de emergencia, como parte de su protocolo de seguridad, pero no llegó a recibirlo. Por lo tanto, tampoco se activó su búsqueda de parte de esta dependencia adscrita a la Secretaría de Gobernación.
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“El estado es totalmente omiso, no hay protocolo de búsqueda, ni del Mecanismo ni de las autoridades, no sabemos que están esperando, además, Irma no desapareció en Oaxaca, ella estaba en la Ciudad de México cuando ocurrieron los hechos violentos en Atatlahuca, y ya había alertado, pero nadie la escuchó, ahora ni siquiera la buscan, han pasado casi 20 días y no sabemos donde está”, denunció Aurora de la Riva.
Ante la omisión del Estado para brindar la protección a la Defensora y garantizar su seguridad en 2019, la Red de Defensoras actuó reubicando a Irma fuera del país.
La Red de Defensoras tiene 10 años de tejer una red, la cual actualmente está conformada por 309 defensoras de derechos humanos y mujeres periodistas, que realizan su labor en 26 estados de la república mexicana.
Desde la Red de Defensoras instó y exigió al Mecanismo, a la Comisión de búsqueda de la Ciudad de México y a las instancias como la Fiscalía, que la busquen. Por segunda ocasión el estado omite la garantía de protección en el ejercicio como defensora del medio ambiente y eso es “grave”, expresó de la Riva.
Al respecto, Maurilio Santiago, activista y defensor del Centro de Derechos Humanos y Asesoría a Pueblos Indígenas (Cedhapi) exigió a las autoridades de justicia de la Ciudad de México emitir una ficha de búsqueda para localizarla lo antes posible.
La ambientalista fue vista por última vez hace 20 días en la estación del metro “Barranca del muerto” y después nadie supo de ella.
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Desde el 2019, Irma Galindo de 41 años de edad vive huyendo por denunciar a talamontes ilegales que se han llevado maderas preciosas con el aval de sus autoridades municipales y agrarias. Hace dos años, en el mes de noviembre a Irma le quemaron su casa y a pesar de las denuncias, no hay ningún responsable.
Irma desapareció en la Ciudad de México, pero en la zona de Atatlahuca son seis personas más las que no aparecen por su defensa del bosque, a los que las comunidades de Mier y Terán, Ndoyonoyuji y Guerrero Grande – agencias municipales de Atatlahuca- hicieron un llamado a las autoridades a encontrarlas y aplicar el peso de la ley contra los talamontes y las autoridades locales que aseguran son cómplices.
Maurilio Santiago insistió que no hay noticias de la ambientalista originaria de Atatlahuaca, Oaxaca que huyó de su comunidad para refugiarse en la Ciudad de México, en donde a fin de mes sostendría una reunión con integrantes del Mecanismo de Protección.
“La situación es tensa, Irma no aparece y creemos que quizá la hayan secuestrado, y eso es grave, ojalá que las autoridades de la Ciudad de México atiendan nuestra petición e inicien una búsqueda intensa para dar con Irma”, advirtió .
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Desde el 2020, Irma se refugió en la comunidad de Mier y Terán , agencia municipal de Atatlahuaca, para salvaguardarse y denunció la tala clandestina del cerro del Águila y del llano localizado en mil 640 hectáreas de parte de sus autoridades locales y agrarias. Sin embargo, nunca obtuvo protección, por el contrario, fue criminalizada.
En el reportaje “Tenían la protección del estado mexicano y aún así los mataron”, Irma Galindo denunció ante la Procuraduría Federal de Protección Ambiental (Profepa) la tala clandestina en su localidad, pero nadie le hizo caso, al contrario reaccionaron violentamente contra ella.
El bosque que Irma defiende es uno de los pulmones más importantes de la mixteca oaxaqueña, porque está rodeado de oyameles de ocote rojo y blanco, además de una variedad de flora y fauna endémica como orquídeas y venado cola blanca.
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