La pandemia no solo ha cambiado la manera en la que nos relacionamos con los demás. También ha modificado la relación que teníamos con nuestro hogar. Sin duda alguna el confinamiento ha hecho que miremos con otros ojos nuestra propia casa y que nos demos cuenta de que es posible vivir mejor con lo que ya tenemos o con una pequeña inversión, ya que el único refugio que hemos tenido en esta crisis mundial ha servido como a veces vivienda, otras como oficina, escuela, gimnasio, bar improvisado, o todo al mismo tiempo.
Para las personas que habitan en grandes urbes, acostumbradas a un ritmo de vida en fast forward, la casa antes de la pandemia era apenas un lugar de paso donde dormir por las noches; un espacio en el que no se daba demasiada importancia a la comodidad, la flexibilidad de los ambientes para adaptarse a distintas situaciones o la funcionalidad del mobiliario para ofrecer distintos usos. Lo vemos reflejado en las cifras: la crisis del coronavirus hizo que el 63 % de los ciudadanos echara en falta más espacio en sus hogares, una terraza o balcón, mejores muebles de trabajo, menos ruido o mejor iluminación y ventilación, según datos de la encuesta de la Escuela Madrileña de Decoración sobre Cambios en el hogar en 2020 y perspectivas para 2021, que se elaboró con 1.200 personas de entre los 25 y los 70 años, que residen en todo el territorio nacional (siguiendo la muestra del INE).
Demasiadas personas pasaron la cuarentena en pisos minúsculos, sin vistas a la calle ni luz natural, ni un mínimo de espacio para hacer ejercicio. Incluso algunos apartamentos contaban con habitaciones ciegas, sin ventanas. Otros afortunados pasaron el encierro en casas espaciosas a las afueras de las ciudades o en sus pueblos de origen, lo que no impidió que también se dieran cuenta de que sus hogares no contaban con los elementos necesarios para un uso intensivo de su casa. El 20,1 % de los encuestados reformó su vivienda en 2020, y el 32,3 % pretende hacerlo a lo largo de 2021.
Las reformas más deseadas por los españoles van: desde cambiar el color de pintura de casa hasta cambiar los suelos, los baños, la cocina, o mejorar la decoración; tan importante para hacer del hogar un lugar acogedor y familiar, especialmente en tiempos de pandemia. “Es importante que las casas reflejen la personalidad de sus habitantes. Una vivienda bien diseñada genera emociones positivas, impulsa la creatividad y mejora nuestra calidad de vida”, destaca Raquel Simón, directora de la Escuela Madrileña de Decoración.
Sin embargo, solo el 37,1 % está dispuesto a invertir entre 5.000 y 15.000 euros en estas reformas, a diferencia del más del 50 % que está dispuesto a hacer un gasto inferior a los 5.000 euros en remodelar su hogar, sobre todo, aquellos que viven en régimen de alquiler.
Otro dato curioso que rescatamos del estudio es que a la mayoría de los españoles, en realidad, no les importa mucho el aspecto que pueda dar su casa en las videollamadas. El 59,1 % de los participantes –en esta pregunta, personas de entre 25 y 65 años, es decir en edad laboral– asegura que nunca ha hecho nada por modificar el espacio que mostraban frente de la cámara, a diferencia del 40,9 %, que en algún momento mejoró la decoración que aparecía detrás de ellos en la cámara de su ordenador. Parece que las inquietudes y necesidades en el confinamiento fueron otras, y sí, teníamos asuntos más imperiosos que abordar.
Como el teletrabajo obligatorio, que nos hizo buscar mejor mobiliario para trabajar desde casa por un tiempo prolongado, ya que la mayoría de la población en nuestro país no estaba acostumbrada a este sistema, a diferencia de los países nórdicos, donde el teletrabajo es algo cotidiano. En España el porcentaje de empleados que realizó labores en remoto se multiplicó por cuatro con respecto a 2019: más de tres millones de personas teletrabajaron los meses de abril, mayo y junio, justo en el periodo del estado de alarma. El 36,6 % de los encuestados compró muebles de oficina para casa: un mejor escritorio y sillas de trabajo, etcétera.
Curiosamente, el mobiliario más comprado en 2020 fue el de almacenamiento (cajas, cajones, armarios, neveras). La pandemia nos enseñó que es importante estar preparados y tener estos enseres en el hogar para guardar todos los víveres necesarios, y papel higiénico, por supuesto, que nos permitan no salir de casa por un tiempo prolongado.
Estar confinados ha cambiado nuestras prioridades decorativas: buscamos elementos que nos permitan sentirnos seguros y cómodos. Nuestro refugio ha cambiado mucho en 2020, pero lo seguirá haciendo en 2021.
Source link