Regalos del Athletic con un coste altísimo

El partido del sábado ante Osasuna dejó un poso muy amargo en el Athletic. Los rojiblancos tenían en su mano la victoria gracias al gol anotado por Oihan
Sancet en el minuto 62, pero nuevamente se dejaron empatar en la recta final del partido. La zaga se vio sorprendida por un pase en largo, Enric
Gallego, que acababa de saltar al césped, ganó la espalda a los defensores, mandó el balón hacia atrás y Budimir picó la pelota de cabeza al palo izquierdo de la meta defendida por Unai
Simón para poner el definitivo 2-2 en el marcador.

El gozo en un pozo. Lo que parecía podía ser el segundo triunfo consecutivo por primera vez en la Liga 2020-21 se convirtió en un triste empate que no saca de pobres a los leones en su objetivo de apurar las últimas posibilidades de jugar en Europa la próxima temporada, algo que ya de por sí estaba muy complicado.

El Athletic con Marcelino
El Athletic con Marcelino

Lo cierto es que el Athletic va de regalo en regalo. Esto es algo que se viene repitiendo esta temporada, pero que se ha hecho especialmente sangrante en las últimas jornadas. A los dos puntos perdidos contra los rojillos en el minuto 89, hay que sumar los que se dejaron por el camino contra el Valladolid y frente a la Real Sociedad en Anoeta en el choque disputado inmediatamente después de perder la final de Copa jugada el pasado 3 de abril en La Cartuja.

Los pucelanos también empataron el partido en San Mamés con un tanto de Weismann en el 85’. El delantero israelí remató a las redes locales un pase desde la derecha con la defensa rojiblanca muy estática, a verlas venir. El gol guipuzcoano que puso el 1-1 fue más un error individual de Unai
Simón, que se ‘comió’ un pase envenenado de Roberto
López en el 89’ que se coló pegado al larguero de la meta rojiblanca y equilibró de esta manera el anotado por Asier
Villalibre cuatro minutos antes.

En total son tres victorias que se han ido al limbo en los últimos siete partidos y que ahora servirían que estar enganchados a la pelea por la sexta o la séptima plaza que llevan a jugar competición continental, bien sea la Europa League o la Conference League de nueva creación. El Athletic suma ahora 46 puntos en su casillero. Con 52, el panorama se vería de manera completamente diferente, de un modo mucho más positivo porque hubiera supuesto haber ganado cinco de los últimos siete encuentros disputados, cuatro de ellos de manera consecutiva.

Nueve citas sin perder

Ahora, el Athletic se tiene con conformar con ‘presumir’ de no haber perdido en los nueve últimos compromisos ligueros, pero siete de ellos han sido empates por dos triunfos en su casillero. Después de la derrota encajada en el Metropolitano en el partido aplazado en enero por el temporal Filomena, el conjunto de Marcelino ha ganado a los colchoneros en San Mamés (2-1) y al Sevilla en el Sánchez Pizjuán (0-1) y ha igualado en el marcador con Eibar (1-1), Alavés (0-0), Valladolid (2-2) y Osasuna (2-2) en casa y frente a Celta (0-0), Real Sociedad (1-1) y Betis (0-0) a domicilio. El equipo no pierde, pero tampoco gana lo suficiente para acercarse a sus objetivos, que deben ser de más enjundia que estar situado en mitad de la tabla clasificatoria.

Anteriormente, el conjunto de Marcelino también se dejó igualar otros dos marcadores ligueros. El Valencia logró empatar en el minuto 65 tras el tanto en propia puerta de Hugo
Guillamón y el Eibar también equilibró muy pronto la diana materializada por Yuri
Berchiche. Más duro fue contra el Atlético en Madrid. Muniain adelantó a los visitantes, pero Marcos
Llorente y Luis
Suárez de penalti dieron la vuelta al resultado en un partido en el que los leones merecieron mejor suerte.

El equipo no sabe mantener el resultado a favor cuando llegan los momentos decisivos

Lo que parece claro es que el Athletic no sabe aguantar un buen resultado, jugar con la sangre fría necesaria para que no pasen cosas en los partidos cuando va por delante. El propio Marcelino, bastante enfadado, lo reconoció el sábado al término del encuentro. “Me produce incomodidad ir ganando dos veces y que te empaten en casa. Atrás no puedes conceder lo que concedemos nosotros en Primera. En el 88’ hay que tener pausa y saber evitar las zonas de peligro. El rival no te puede meter ese gol. En ese minuto no puedes conceder esa ocasión. No sabemos jugar esos minutos, cuando hay que ganar los partidos. No somos solventes en esas situaciones”, afirmó el asturiano.

Lo cierto es que este hándicap está lastrando al equipo. En Primera no se puede regalar tanto.


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