Regreso a casa con la cabeza alta


Las caras de tristeza y las lágrimas al acabar el partido ante Estados Unidos han dado paso, unas horas después, a la satisfacción de haber cumplido con creces en este Mundial de Francia. El adiós al torneo no pudo ser más cruel, cayendo en octavos de final ante la número uno del mundo por culpa de dos penaltis, el segundo muy riguroso, pero pasado el mal trago han podido ver las jugadoras desde una perspectiva menos visceral que realmente han protagonizado un Mundial mucho mejor de lo esperado.

Audiencias de récord

Nadie imaginaba que España podría estar tan pronto, en su segunda participación en un Mundial, codeándose con las potencias. La afición ha descubierto a un equipo destinado a lograr grandes gestas y en el partido ante el gigante americano respondió con una audiencia de récord: 1.320.000 espectadores vieron el duelo, un 12,8% de ‘share’ con picos de 1,8 millones de seguidores.

A su llegada ayer al mediodía al aeropuerto de Madrid, aún les esperaba otra sorpresa. Se habían marchado de Reims a las 5,30h de la madrugada para coger el avión de las 10,15 horas desde París, pero el cansancio y la falta de sueño tuvieron premio: un centenar de aficionados las recibieron con aplausos, banderas, pancartas y globos para premiar su gran papel en el Mundial.

El grueso de la expedición, con el presidente de la Federación Española Luis Rubiales al frente, llegó a las 12.15h a Barajas, mientras que el resto se desplazó a Barcelona y Baleares. El cálido recibimiento fue un golpe de moral.

“Este Mundial debe ser un punto de inflexión para el fútbol femenino español. A partir de ahora vendrán cosas mucho mejores”, señaló la goleadora Jenni Hermoso. Amanda Sampedro se sintió “emocionada por tanta expectación. Esto hace años era impensable, esperemos que sea algo continuo”.

La sensación de las jugadoras es que se ha levantado el pie para subir un escalón muy importante en este torneo. Se ha competido ante las mayores potencias, se ha luchado hasta el final, se ha ganado el respeto de todo el mundo. Hay un antes y un después para esta selección. “Cuando lo das todo no estás obligado a más, estamos muy orgullosas”, aseguraba la joven de 20 años Lucía García, una de las revelaciones en Francia. “El futuro es nuestro”, apuntaba Mariona Caldentey.

España apenas ha participado en tres Eurocopas (1997, 2013 y 2017) y en éste Mundial y el de Canadá’2015. Su historia está por escribirse. Y tiene en el horizonte la Eurocopa de Inglaterra, en 2021, donde ya podría plantarse perfectamente con el cartel de favorita junto a Francia, Alemania, Holanda o Inglaterra.

La lástima es que no se ha logrado ninguna de las tres plazas olímpicas que el Mundial de Francia reparte para los Juegos de Tokio 2020. No obstante, llegan grandes retos


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