Reinildo, de sus penurias en Portugal a su revancha en el Atlético

Reinildo, de sus penurias en Portugal a su revancha en el Atlético

El Atlético de Madrid se juega su supervivencia en Europa, en su duelo ante el Porto, en la última jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones. Lo hará, como en cada partido desde que llegase al equipo colchonero, con Reinildo Mandava.

Desde que este sorpresivo fichaje se fraguase en el mercado invernal de la 21/22, el mozambiqueño ha sido innegociable para Diego Simeone. Resistente como un diamante e impenetrable como el ‘adamantium’, ya fuere de central o de lateral izquierdo, no hay alineación del Atlético sin él.

El encuentro en Portugal será para Reinildo especial, porque significará volver al país que fue la puerta de entrada para Europa. Un lugar donde comenzó a fraguar su carrera y un escaparate donde quiere decir ‘aquí estoy yo’ o ‘quizás merecí mejor suerte en la liga lusa’. Y es que su experiencia en el país vecino fue agridulce.

“En 2015 perdí a mi madre. Ella fue lo único que me animó a quedarme en el país (Mozambique) porque mi padre ya había fallecido. Cuando los clubes venían a pedirme que firmara con ellos, mi madre no quería. Ella estaba llorando, me dolió. A partir de entonces, no me fui hasta que ella se fue de este mundo. Inmediatamente me uní a la Liga Desportiva de Maputo, pero incluso antes de jugar un partido, el club me explicó que tenía que ir a Portugal en enero porque el Benfica me quería absolutamente. El 29 de diciembre de 2015 estaba en Lisboa”, rememoraba hace unos meses en ‘France Football’.

Pero las cosas no salieron como él esperaba. Era muy joven, era su primera experiencia en Europa… Para colmo se lesionó. “Yo era aún menudo y en Lisboa tuve que hacer trabajo de gimnasio y de sobrealimentación para ganar masa muscular. En los primeros seis meses solo fui convocado a dos partidos con el filial y no llegué ni a jugar. Al año siguiente, hice la pretemporada con el primer equipo, fuimos a Inglaterra, a Alemania, un torneo en el Algarve… y sí jugué. Y en el primer partido de Liga con el filial también jugué, empatamos, pero en el siguiente entrenamiento me rompí y tuve una lesión de cinco meses”, rememoró en el diario As para añadir: “Tomé la decisión de hablar con el presidente y le dije que necesitaba jugar, porque la gente escuchaba aquí que Reinildo estaba en el Benfica, pero la realidad es que no estaba participando. Le comenté que creía en mí y ese no era Reinildo, porque yo podía estar más arriba. Le hablé de que iba a buscar un equipo de Segunda para jugar y que puedan ver quién es Reinildo”.

En el mercado invernal se marchó al Fafe, un equipo de Segunda división lusa, donde en cinco meses jugó 14 partidos y marcó tres goles. Al curso siguiente (17-18) tenía ofertas de Primera, pero Benfica, que tenía sus derechos, le obligó a jugar en el Sporting de Covilla, de nuevo en la Segunda.

Sin duda la irrupción definitiva de Reinildo llegó en la temporada 18-19, año en el que se incorpora al Os Belenenses. En apenas seis meses el Lille se dio cuenta de que había un diamante en bruto y no se lo pensó. Curiosamente, la noticia le llegó precisamente en la víspera de un partido ante el equipo al que se enfrentará hoy, el Porto. Reinildo quiere cerrar el círculo.

SU HUELLA EN PORTUGAL

Regresa a Portugal después de haber demostrado quién es, ser campeón en Francia con el Lille y haber fichado por uno de los mejores equipos de Europa.

En Benfica, el gran rival del Porto, quizás no pudiese demostrar lo que valía, pero sí que dejó una huella en los que le conocieron. “Reinildo era un joven que me gustaba mucho porque era un chaval que tenía mucha humildad y principalmente era muy educado. En el grupo de Benfica todos sabían que Reinildo era una persona en la que se podía confiar. Muchos jugadores le ayudaban en los entrenamientos porque lo merecía”, rememoraba hace unos meses Jonas en Marca. 




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