Reino Unido impone sanciones contra tres aerolíneas rusas

Reino Unido impone sanciones contra tres aerolíneas rusas

El Gobierno británico anunció este jueves nuevas sanciones contra el sector aéreo ruso.

La aerolínea estatal Aeroflot, la más grande de Rusia, Ural Airlines y Rossiya Airlines no podrán vender sus no utilizadas franjas horarias de aterrizaje en los aeropuertos del Reino Unido, lo que impedirá a Rusia sacar provecho de unos 50 millones de libras.

La ministra de Asuntos Exteriores, Liz Truss, declaro que:  “Mientras Putin continúe con su bárbaro asalto a Ucrania, seguiremos atacando la economía rusa”.

“Ya hemos cerrado nuestro espacio aéreo a las aerolíneas rusas. Hoy nos aseguramos de que no puedan cobrar sus lucrativas franjas horarias de aterrizaje en nuestros aeropuertos. Cada sanción económica refuerza nuestro claro mensaje a Putin: no pararemos hasta que Ucrania prevalezca”.

El Reino Unido fue uno de los primeros países en aplicar sanciones a Putin y sus aliados; prohibieron la entrada a barcos y aviones rusos y les retiraron el privilegio de beneficiarse del comercio mundial.

Las sanciones internacionales están teniendo un impacto significativo en Putin y su maquinaria de guerra. El propio Banco Central de Rusia ha admitido que las sanciones son un gran reto para las cadenas de suministro rusas.

Las sanciones afectan directamente a varios fabricantes de armas, obligándolos a suspender su actividad por falta de piezas. Las capacidades de las empresas de defensa están restringidas, lo que limita la capacidad de Rusia para sustituir la tecnología avanzada incluidos los drones y reduciendo su capacidad de producir vehículos militares.

Según informa un comunicado del gobierno inglés, las exportaciones energéticas de Rusia, vitales para el país, también se están reduciendo: las exportaciones de petróleo crudo bajaron un 30% en abril y se espera que sigan cayendo a medida que las sanciones se hagan sentir.

Foto: Reuters

A través de la acción coordinada del G7 para eliminar gradualmente las importaciones de petróleo, junto con la prohibición de productos catalizadores y de refinado de petróleo críticos, los aliados internacionales están apretando el vicio de la fuente de ingresos más fiable de Putin. 

Las duras sanciones económicas también están teniendo un impacto a largo plazo en la economía rusa. Aunque el Kremlin ha conseguido estabilizar el rublo, Rusia sigue expuesta a su más profunda recesión desde el colapso de la Unión Soviética. Las previsiones indican que el PIB ruso se reducirá entre un 8,5% y un 15% este año, y el FMI espera que la economía se reduzca un 2,3% más en 2023.


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