Renfe suprime una cuarta parte de sus trenes de Cercanías en Málaga ante la falta de maquinistas por jubilaciones sin cubrir


Renfe ha suprimido desde esta mañana uno de cada cuatro trenes de Cercanías de Málaga. La red pierde 34 convoyes al día, lo que supone una reducción del 26%. La falta de maquinistas, principalmente por jubilaciones que no se han cubierto con nuevos empleados, estaba obligando a cancelar una treintena de trenes diarios sin previo aviso y las quejas de los usuarios ha sido constante durante las últimas semanas. Ahora habrá tramos al mediodía en los que la frecuencia de paso aumente hasta los 40 minutos, cuando hasta hoy rondaba la mitad.

De sus dos líneas, la más perjudicada es la que se dirige hasta Fuengirola, que pasará de 104 a 72 trenes diarios (un 31% menos); y la que tiene Álora como destino, pasará de 28 a 26 (un 7% menos). “Ya hemos superado los 3.000 trenes cancelados en lo que va de año”, asegura Miguel Montenegro, secretario general de CGT en Andalucía. La infraestructura movió en 2019 a 11,5 millones de viajeros por sus 70 kilómetros de recorrido. Es la cuarta línea de Cercanías con más pasajeros del país por detrás de Madrid, Barcelona y Valencia, según el Observatorio del Ferrocarril.

La polémica reducción en el número de trenes es una medida “transitoria y excepcional”, según explican fuentes de Renfe. Su objetivo es evitar “la incertidumbre de posibles supresiones aleatorias”. Es decir, elimina el 25% de los trenes para que, al menos, los usuarios sepan con seguridad cuáles no circularán. La empresa mantendrá la decisión hasta que pueda incorporar más maquinistas a la plantilla, después de que la crisis sanitaria paralizara la convocatoria de empleo de 2020 y retrasara la prevista en 2021.

“Pido un poco de paciencia”, afirmaba esta semana el delegado del Gobierno en Málaga, Francisco Salas (PSOE). El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre (PP), ha respondido solicitando que el Ejecutivo “se tome muy en serio” la situación.

Mientras tanto, el descontento no hace más que crecer entre los usuarios. “Es un grave problema para quienes utilizan el tren para desplazarse hasta su puesto de trabajo, estudiar en la universidad o llegar al aeropuerto”, asegura Montenegro. La infraestructura refleja las carencias de una Costa del Sol que en 2019 visitaron más de 13 millones de personas. “El caos en el servicio de Cercanías provoca un perjuicio tremendo”, dice el presidente de la Diputación provincial, Francisco Salado (PP). “Es un golpe y un ataque brutal a nuestra provincia”, agrega.

Enmienda en los Presupuestos

La situación pone de relieve las dificultades para los desplazamientos tanto en el área metropolitana de la capital malagueña como a lo largo de toda la Costa del Sol. De ahí que sus municipios hayan lamentado un año más el olvido del llamado tren litoral que serviría para mejorar y ampliar el ferrocarril hasta Mijas, Estepona y Marbella, única ciudad con más de 100.000 habitantes de España que no está conectada por tren. Los Presupuestos Generales del Estado de 2022 apenas dotan de 82.930 euros a la infraestructura. “Málaga ha perdido una oportunidad de oro”, se lamentaba hace unos días la delegada de la Junta de Andalucía en Málaga, Patricia Navarro.

La cifra es minúscula frente a una infraestructura cuyo coste se calcula entre los 2.300 y los 3.800 millones de euros, según los cálculos que han ido presentando a lo largo de las dos últimas décadas los gobiernos del PSOE y el Partido Popular, que han ido sacando distintos proyectos en diferentes ocasiones para volver a guardarlos después. Este viernes, Más País y Equo han presentado una enmienda a los Presupuestos precisamente para que se ejecute este corredor ferroviario, que valoran en 4.000 millones.

Mientras tanto, la principal solución a la movilidad interurbana en la Costa del Sol vuelve a ser el vehículo privado, que utilizan nueve de cada diez personas que se desplazan por el litoral malagueño, según los datos que maneja la Diputación provincial. Una situación que genera atascos diarios y que durante el verano satura el tráfico en los alrededores de las principales ciudades turísticas como Marbella o Estepona, donde la autovía A-7 ejerce de ronda de circunvalación. Y la única alternativa es la autopista de peaje AP-7, que durante la época estival aumenta sus precios cerca de un 40%.


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