Ricky Rubio acumula dos encuentros consecutivos sin anot
ar, con una serie de tiros combinada de ningún acierto en siete intentos. Las malas cifras del base del Masnou han coincidido con su descenso al banquillo de los Minnesota Timberwolves.
“Tengo que ser mejor en la creación de jugadas, anotación y traer más energía al equipo. Cuando las cosas no van bien, me centro en mí mismo”, comentó Ricky Rubio en rueda de prensa tras la sexta derrota consecutiva de los Wolves. “Vine aquí para ser un líder, y tengo que hacer más en esta área”.
Ricky nunca había acumulado una racha tan negativa en el tiro. Sus dos peores marcas anteriores eran de 2012 y 2013 (0-6 ambas).
“Creo que es simplemente encontrar un ritmo”, afirmó el entrenador de Minnesota Ryan Saunders, muy diplomático con el catalán. “Debo ayudarle a ubicarse en lugares donde puede tomar decisiones, hacer que otros jugadores mejoren en la transición… A medida que sigamos conociéndonos, a medida que sigamos formando realmente la continuidad, también mejoraremos con eso”.
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Por su parte, Ricky se extendió en su análisis tras caer por 117-135 ante los Blazers de Damian Lillard. “Cuando hacemos malos tiros eso afecta a nuestra defensa”, comentó el base. “El segundo cuarto fue terrible para nosotros y tenemos que mejorar. Obviamente tenemos que aprender de esto”. Portland batió por 47-27 a los Wolves en un segundo período que sentenció el partido.
Minnesota es a día de hoy la peor defensa de la NBA. El equipo encaja 118 puntos cada 100 posesiones, un agujero que no compensan, ni mucho menos, en ataque. Los Wolves tienen un ritmo ofensivo de 105,3 puntos por cada 100 posesiones, el quinto peor de la competición.
“La experiencia me hace pensar que si trabajas duro las cosas funcionarán. Es un proceso, pasas por muchos altos y bajos, pero de los últimos seis partidos no hay mucho de lo que sacar [positivo]. No hemos encontrado el ritmo sin Towns, tenemos que encontrar la manera tarde o temprano, no hay excusas”, analizó el jugador.
“Ahora mismo no tenemos identidad”, sentenció con contundencia y sin titubeos. “Tenemos que encontrarla, nadie va a sentir pena por nosotros. Tenemos que trabajar en los detalles. No hay tiempo para lamentarse, hay que ver los vídeos, analizar qué sale mal, ir a la cancha, jugar los sistemas correctos en los lugares correctos. Si hacemos esto bien podemos empezar a pensar en el resto de asuntos”, finalizó.
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