El Espanyol se ha visto este viernes favorecido por un sorteo benévolo, pues los tres rivales que le tocaron para la fase de grupos de la Europa League, no estaban en la lista de ‘cocos’ susceptibles de medirse.
Así, el CSKA Moscú, el Ludogorets búlgaro y el Ferencvaros húngaro son, a priori, rivales asequibles para el conjunto de David Gallego, pero guardan golpes escondidos que justifican que el Espanyol no se pueda relajar ante ninguno de ellos.
Además, no hay que olvidar que los largos desplazamientos y las condiciones climatológicas, cuando jueguen a domicilio, pueden ser también hándicaps a tener en cuenta.
Para empezar el CSKA de Moscú, que entró como cabeza de serie, fue capaz de vencer al Real Madrid y en el mismo Santiago Bernabeú. Y no hace tanto tiempo. El equipo ruso se impuso por 0-3 el 12 de diciembre de 2018, en la jornada 6 de la Fase de Grupos de la pasada Liga de Campeones. Le ganó en el coliseo merengue y en Moscú, de ahí que el Espanyol deberá no fiarse ni un ápice del equipo de Viktor Goncharenko, aunque no haya empezado muy bien en la Liga rusa y sea ahora sexto.
El centrocampista croata Vlasic y el brasileño Mario Fernandes son dos de las figuras del CSKA.
El Ludogorets búlgaro jugó la Liga de Campeones 2016-17, de ahí que no le falta experiencia europea, siendo un hueso duro de roer como local. El veterano delantero Keseru es una de sus principales armas, junto a Jorginho.
Por último el Ferencvaros húngaro, un histórico del fútbol europeo aunque viva ahora vacas flacas. Su entrenador Serhiy Rebrov formó una dupla de oro con Shevchenko en el Dinamo de Kiev de finales de los 90. Roland Varga y Zubkov son sus referentes.
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