Roberto López: una zurda de primera

Con nueve bajas importantes y hombres como Oyarzabal y Januzaj a medio gas, Imanol no dudó ni un momento en Valladolid. Los ‘potrillos’, a jugar. Sin Odegaard, en Madrid, con Silva en la enfermería y Jon
Guridi tocado, el oriotarra apostó para ese puesto de interior vacante por alguien al que conoce a la perfección, por ese chaval que hasta hace poco le resolvía partidos con el Juvenil. Roberto
López, en su primer partido en la élite como titular, no titubeó para responder a la oportunidad. Gol y un punto para la Real. “Una sensación indescriptible”, según admitió el jugador en su perfil de Instagram.

El tanto se celebró en Gipuzkoa y también en San Pantaleón, el pequeño campo de tierra de la UD Amistad, club zaragozano que vio nacer a Roberto
López. Ángel
Hervás, su presidente, confiesa a MD que “en el club ya somos de la Real, vimos el partido de Roberto y no podemos estar más orgullosos de él”, cuenta feliz el máximo mandatario, que destaca “la sencillez del chaval, es muy humilde y tiene valores”. El salto a la Real fue determinante para el crecimiento de Roberto
López, que terminó de encauzarse en Donostia. Mal estudiante y algo “pasotilla”, la disciplina, la educación y la idiosincrasia de la Real le ayudaron a ser “mejor jugador y persona”.

La vida le puso el partido más difícil cuando tenía ocho años tras la muerte de su padre. El pequeño López encontró en la pelota una vía de escape para superar la pérdida: “Fue un golpe duro y desde entonces Roberto es un chaval muy humilde, familiar y amigo de sus amigos”. Siempre que puede regresa a casa para pasar tiempo con su madre Ana y su hermana Alba, a las que adora. “La abuela (falleció en 2017) también fue importante para el chico”, remarca Hervás. El fútbol y cuidar su cuerpo ocupa gran parte del día a día de Roberto
López, que no duda en coger el coche para ver a su cuadrilla: “Su mejor amigo sigue jugando aquí y viene a verle cuando tiene el día libre”.

Ingresarán un dinero vital

La UD Amistad subsiste por jugadores como Roberto
López o Ander
Herrera, que también dio sus primeras patadas al balón en la tierra del San Pantaleón. Al club maño le corresponde un derecho de formación tras pasar López a tener ficha del primer equipo. Dinero con el que “podemos tirar varios años”. Ese ingreso, que todavía no ha cobrado puesto que se recibe al final de temporada, es vital para que clubs como la UD Amistad, de cantera y formación, sigan adelante. Los txuri urdin pagaron en su día 1.800 euros por el cadete Roberto
López.

Más allá de lo económico, la figura de López hace que un club tan importante en Aragón como la UD Amistad se ponga en el mapa: “Para nosotros es increíble, los pequeños quieren jugar con nosotros por cosas como ésta”, se sincera Hervás, que manda un mensaje como máximo mandatario del club: “Estamos todos con él y le apoyamos en todo lo que haga, ojalá pueda hacer carrera en Primera porque se lo merece”. De momento, Roberto
López no suma más de cinco partidos con la Real.


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