Rock español para tiempos atribulados

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Muchas cosas que cantan Los Planetas en Un buen día no se pueden hacer en estos tiempos de precaución coronavírica. Bueno, algunas cosas sí nos están permitidas: quedarse en la cama hasta las tantas, leer tebeos de Spiderman o ver en YouTube aquel espectacular gol de Mendieta. Así que no estamos tan mal. Lo que siempre consigue el clásico de los granadinos es fantasear sobre nuestras 24 horas perfectas. Y contra la fantasía nada puede hacer el maldito virus. En el reciente tema de Los Planetas La nueva normalidad, el grupo incita al saqueo. Directamente. Es una gran canción: mejor escucharla que hacerle caso.
Probablemente Resistiré sea una de las letras más duras del rock español: “Criminales disfrazados. / Seres sin razón ni piedad. / No hay palabras en el mundo que definan vuestra maldad. / Por dinero asesináis, por placer aniquiláis, por poder nos destruís, suciamente mentís”. Los Barón acuciaban a resistir ante los poderosos. También es muy poderosa la pandemia, así que nos sirve este Resistiré.

Puede uno dejar la ciudad y sentir la naturaleza, como le pasó a Alejo Stivel cuando huyó junto a su madre de la dictadura argentina a mediados de los setenta. Quince días de travesía en barco hasta España. Le dio tiempo a escribir esta canción en clave reggae: “Voy en un barco, se hace de noche en alta mar”. El barco estaba en el espléndido segundo disco de Tequila, Rock and roll.
Hay canciones que nos llaman por nuestro nombre en estos días de incertidumbre, como Valiente, de Vetusta Morla (“bailando hasta el apagón”, dice), o Valientes, de La Cabra Mecánica (“volveremos a ser valientes, sí”). León Benavente en su No hay miedo nos recomienda bailar con gafas de sol.
Bailemos también en el salón de nuestra casa con ¿Aha han vuelto?, de Lori Meyers: “Desmárcate, olvida ya los problemas, sin la mayor indulgencia”. También hay que echarle coraje para superar una ruptura sentimental. Todos lo sabemos. “Quién no tiene valor para marcharse”, se desgañita Iván Ferreiro en Turnedo, esa canción que remueve las entrañas cada vez que se escucha.
La Habitación Roja nos recuerda que no debemos ser ingenuos. Pero lo somos: creemos que nuestra relación era una roca. Pero un día la roca se hace añicos. Emocionante su Indestructibles. Recurrimos a otro relato amoroso para fijarnos nuestro objetivo: ¿mejorará la cosa en abril de 2021? Hasta entonces disfrutemos de la belleza de De momento abril, de La Bien Querida. Y de ese romántico que es Robe Iniesta, es absolutamente imposible no conmoverse con Un suspiro acompasado.
¿Nuevo confinamiento? Va, eso no es nada comparado con lo que padece el protagonista de El hospital, que compuso e interpretó Carlos Berlanga con Alaska y Los Pegamoides. Hay muchas canciones sobresalientes en la historia del pop español. Esta probablemente esté un peldaño por encima. Y la versión de Enrique Urquijo casi la mejora. Un día de mierda, de Sidonie, tiene su retranca y su profundidad: dejemos ya de mirarnos el ombligo.
O, como diría La Casa Azul, Podría ser peor. O Carta a todas nuestras catástrofes, de Love of Lesbian. O Dulce introducción al caos, de Extremoduro. Ya que estamos en tiempos atribulados, que sean tan plenos como la historia que cuenta aquí Robe Iniesta. Pero miremos hacia arriba, que sale el sol. Sí, Leño compuso temas optimistas. Escuchen este Todo es más sencillo. “Puede salir el sol”, vocea Rosendo Mercado mientras al fondo se escucha la voz de Luz Casal. Si hablamos de canciones optimistas escuchen Magic, de Chucho: “Que lo mejor de nuestra vida aún está por ocurrir”.
El final nos lo reservamos para esa voz que siempre que suena nos aflige, anuda nuestra garganta y nos hace felices. Con ustedes, Antonio Vega y El sitio de mi recreo.


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