Rose protagoniza la remontada de los Knicks

El base Derrick Rose reivindicó su condición de ganador de un premio de Jugador Más Valioso (MVP) de la liga y anotó 26 puntos que lo dejaron al frente del ataque de los New York Knicks, quienes vencieron por 101-92 a los Atlanta Hawks en el segundo partido de la eliminatoria de playoffs de la Conferencia Este, que ahora se encuentra empatada (1-1) al mejor de siete.

Rose, que salió de reserva, jugó 39 minutos en los que anotó 9 de 21 tiros de campo, incluidos 2 de 3 triples, y estuvo perfecto desde la línea de personal, además de capturar cuatro rebotes y repartir cuatro asistencias.

La figura de Rose se hizo sentir más que nunca después que el nuevo jugador franquicia de los Knicks, el ala-pívot Julius Randle, que el día anterior había recibido el premio de Jugador con Mayor Progreso de la temporada, pudo tener la opción de comenzar de nuevo muy inconsistente al fallar los seis primeros tiros que hizo a canasta en el medio tiempo.

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La pobre aportación de Randle hizo que los Knicks estuviesen hasta 13 puntos abajo en el marcador.

Pero con Rose moviéndose hacia la alineación titular para abrir el tercer cuarto, Randle anotó 11 puntos con 4 de 5 tiros en el período en el que los Knicks tomaron la delantera.

Randle concluyó el partido con un doble-doble de 15 puntos y 12 rebotes, a pesar de otra mala noche de tiros de campo, la acabó con 5 de 16, que no fue mucho mejor que los 6 de 23 el primer encuentro.

Pero si Rose dio su mejor versión, también lo hizo el alero Reggie Bullock, quien encestó cuatro triples en la segunda mitad y también tuvo 15 puntos, ya que los Knicks garantizaron que habrá al menos un partido más en el Madison Square Garden, en una temporada plena de éxito inesperado para el equipo de Nueva York.

El base Trae Young anotó 30 puntos como líder del ataque de los Hawks después de tener 32 y anotar el tiro de desempate ganador en el primer partido de la eliminatoria.

Mienras que escolta serbio Bogdan Bogdanovic y el alero De’Andre Hunter agregaron 18 cada uno, que al final no pudieron evitar la derrota de los Hawks, pero que regresan a Atlanta con la ventaja de campo a su favor.

El tercer partido se jugará el viernes por la noche en Atlanta, donde los Hawks podrán dar ser recibidos por un lleno completo en las gradas de su campo del State Farm Arena por primera vez desde antes de la pandemia del coronavirus.

Rose hizo la canasta y le dio a los Knicks la ventaja definitiva en 93-91 con 4:45 por jugar y se convirtió en la carta guardada por el entrenador del equipo de Nueva York, Tom Thibodeau para sorprender a los Hawks y salvar la temporada.

Mientras que Young y Bogdanovic siempre fueron los jugadores de los Hawks que los mantuvieron por delante en el marcador durante la primera mitad.

Nueva York se decidió por Rose y el ala-pívot Taj Gibson en la segunda mitad y Randle la abrió con un triple para su primera canasta. El escolta-alero canadiense RJ Barrett y Rose hicieron triples consecutivos para recortarlo a 61-55.

Atlanta parecía haberse recuperado y mantuvo 12 puntos arriba en el marcador.

Pero luego Randle ayudó a impulsar una racha de 16-2 para los Knicks al retomar su mayor agresividad en el juego ofensivo después de mostrarse pasivo en la primera parte y su tiro en suspensión después de dos triples consecutivos de Bullock, puso a New York arriba en el marcador con parcial de 74-72 con 1:45 por jugar en el período.

El resto del camino fue todo protagonismo de Randle y Rose que aseguraron la victoria de los Knicks, a pesar de la oposición que presentaron Young y Bogdanovic.

El tercer partido en Atlanta será el primero de playoffs en State Farm Arena desde su renovación en 2018. Fue sede del Juego de Estrellas de esta temporada.

El pívot suizo Clint Capela, aunque acabó con 12 rebotes y cinco tapones, siguió sin ser factor ganador de los Hawks, al anotar solo cuatro puntos.

El entrenador interino de los Hawks, Nate McMillan, reconoció al concluir el partido, que a su equipo le falta la consistencia ofensiva hasta el final y que habían perdido una gran oportunidad de haberse ido con la ventaja de 2-0.


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