Sainz ya tiene su nuevo Audi para el Dakar 2023: El F1 del desierto

Sainz ya tiene su nuevo Audi para el Dakar 2023: El F1 del desierto

“En el Dakar de 2023 nuestros rivales lo van a tener difícil”. Palabra de Carlos Sainz. Esto es lo que dijo el pasado mes de enero a MD ‘El Matador’, con una sonrisa. Había pasado la primera semana de Dakar. Quedaba otra más por delante, pero en lo único que pensaba era en ganar la próxima edición de la prueba más dura del mundo. El piloto madrileño se presentó en el pasado Dakar con un reto enorme, como gran líder en pista y en el desarrollo de uno de los proyectos más complicados y a la vez ilusionante que ha afrontado en su dilatada y exitosa carrera. Con 59 primaveras pensaba en hacer historia con Audi. Y ahora, con 60 años ya cumplidos (el pasado mes de abril), de su mirada se destila la ilusión del más joven de los muchachos por conseguir su cuarto triunfo en la carrera más dura del mundo, todos con distintas marcas (2010 Volkswagen, 2018 Peugeot, 2020 Mini X-Raid). Este jueves, junto al resto de integrantes de Audi, Carlos exhibió la que será su nueva bestia para 2023. 

Este jueves, en Neuburg (Múnich), la sede de Audi Sport, se desveló la nueva máquina de Audi para el Dakar, una versión mejorada y perfeccionada del Audi RS Q e-Tron: El Audi RS Q e-Tron E2 que MD pudo ver en persona en el cuartel general de la firma alemana. En una especie de vivac al lado de la pista de pruebas de la marca alemana, sorprendió a todos la llegada de la nueva generación de este vehículo, con Stéphane Petrhansel a los mandos. A primera vista, el cambio se nota muchísimo. Se trata de un coche mucho más estilizado, con un enorme cambio de cara a nivel aerodinámico, más compacto a lo ancho y con menos superficie delantera y trasera. “Es el F1 del desierto”, dijo Ekström. “Es un LMP del desierto”, también se dijo. Es un coche que ha mejorado muchísimo en ese aspecto, así como en el principal problema del vehículo del pasado año: El peso. 

Este coche ha pasado de ir al Dakar 2022 con 200 kilos más que sus rivales, a haber ‘adelgazado’ tras mucho trabajo un total de 80 kilos respecto al del pasado curso. La parte negativa es que sigue estando algo más de 100 kg por encima del peso establecido. Esos 100 kilos seguirán siendo un lastre y preocupa que ello y la reducción de la potencia estipulada por reglamento para este coche siga siendo una desventaja ante los Toyota, grandes favoritos. Por ello, Audi habló del podio como su objetivo principal de inicio. “Ya veremos en qué posición”. 

Carlos Sainz y Lucas Cruz, en el pasado Dakar 2022

Biel Aliño / EFE

Tecnología pionera, coche mejorado

La base sigue siendo la misma: El sistema de propulsión del Audi funciona con dos motores eléctricos de su paso por la Fórmula E, uno por cada eje, un motor de gasolina del pasado de Audi en el DTM que forma parte de un sistema convertidor de energía encargado de recargar la batería de alto voltaje durante la conducción, y un sistema de baterías que el pasado año era lo que lastraba más en cuanto a peso a este prototipo. 

Y con todo ello, una tecnología punta con un software que sirve de diferencial electrónico y que, entre sus funciones, regula también la fuerza de aceleración y frenada del coche cada vez que el piloto activa los pedales en función de cada circunstancia. El coche del futuro que ya sorprendió en el pasado Dakar, perfeccionado y con mucho menos peso. Una máquina de ganar que ahora lo es aún más. 

“Se ha perfeccionado todo y hemos ido al detalle”, destacó Carlos Sainz, orgulloso por ver el enorme trabajo de todo el equipo. Han ido tan al detalle que incluso Audi ha logrado mejorar el sistema de almacenaje y extracción de las ruedas de repuesto, con una anilla de seguridad en lugar de cuatro, para que los pilotos puedan cambiar las ruedas en caso de pinchazo perdiendo menos tiempo. 

A la expectativa

El piloto español y Audi trabajaron a fondo para crear y desarrollar en menos de un año un coche pionero, único: El Audi RS Q e-Tron de 2022, con el objetivo de ganar el Dakar por primera vez con un coche con motorización eléctrica. A su vez, este vehículo se presentaba con un novedoso software nacido para revolucionar la competición. 

Horas después del final de la etapa, Loeb, que había sido tercero, fue sancionado por perder una rueda por el camino y no recogerla y eso le entregó la tercera posición a Sainz, que completó el podio de Audi tras el triunfo de Ekström y la segunda plaza de Peterhansel

Carlos Sainz y Lucas Cruz, en el pasado Dakar 2022

La gran duda estaba en saber si ese sistema aguantaría por los miles de sensores que había en el coche. Lo más increíble fue que ese complejo y crucial elemento no falló ni una sola vez. A Carlos y al resto de integrantes de Audi, ‘Monsieur Dakar’ Stéphane Peterhansel y Mattias Ekström, tan solo les perjudicó una polémica indicación inicial en el roadbook, que les alejó del triunfo en el día 1 de carrera, y el no haber podido tener el coche listo antes para competir en una prueba previa.

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Carlos Sainz y Lucas Cruz, en el pasado Dakar 2022

YOAN VALAT / EFE

Para Audi era clave competir antes del pasado Dakar a modo de test para descubrir problemas que solo surgen en carrera. Ese test no existió. El coche no llegó a tiempo y el test para Audi fue la primera semana del propio Dakar. Ahí, Carlos sufrió contratiempos con el palier y varios fallos con el amortiguador. Y una vez resueltos, Carlos se veía con opciones a todo.

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Carlos Sainzy Lucas Cruz, en el pasado Dakar 2022

YOAN VALAT / EFE

Los resultados de Sainz fueron sensacionales. Dos triunfos de etapa (etapa 3, se convirtió en el primer en ganar el Dakar con un coche de motorización eléctrica, y en la etapa 11), una segunda posición (etapa 2) y dos terceras plazas. Y en la etapa 8, los tres hombres de Audi estuvieron en el Top-4. Brutal. Para la firma de los cuatro aros la cosa fue aún mejor ya que Ekström y Peterhansel también ganaron una etapa. Audi se marchó con la sensación de que podía haber hecho algo grande en la general sin esa polémica indicación en la hoja de ruta de la etapa 1 del Dakar que les apartó de todo a las primeras de cambio.

Sorprendieron con un coche rapidísimo, especialmente por su entrega de potencia eléctrica instantánea en las dunas y su cambio automático. Sainz y todos en Audi coincidían: estaban ante el mejor coche que habían pilotado en dunas. Faltaba un aspecto. A Audi no le dio tiempo a llegar con un coche que estuviera rozando el peso mínimo y competía con 200 kilos más de peso. Eso es mucho tiempo por kilómetro y mucho más al final de una etapa. Por eso, Sainz avisó en el pasado Dakar a MD que cuando consiguieran rebajar ese peso de cara al 2023, su coche podría ser muy complicado de batir. “Lo van a tener difícil…”, exclamó. Carlos no quería perdonar ni un kilo, quería que se eliminaran los 200 extra, pero finalmente deberá pelear con una reducción de 80.

Test en Marruecos y Rally Marruecos

Ahora, un año más tarde quieren ganar. Se preparan para escuchar las quejas de sus rivales si su coche es muy superior en dunas y otros terrenos, ya que el año pasado ya hubo algunas palabras en esa línea. Y esperan que esta vez el ‘roadbook’ no les prive de nada. 

Para ello, este curso sí podrán completar más test y pruebas previas. Llegarán con un coche perfeccionado y con kilómetros en la mochila, ya que el plan de Audi es hacer un test en Marruecos tras el primer test que ya realizó Carlos Sainz en Zaragoza, una prueba que todos valoraron como muy positiva.

Posteriormente, llegará el Rally de Marruecos. Y lo siguiente ya será el Dakar. Estos kilómetros previos servirán también para que el copiloto de Sainz, Lucas Cruz, pueda alcanzar su máximo nivel de navegación, algo también clave para volver a ganar, como fue en los otros tres triunfos generales de Sainz. ‘El Matador’ y su ‘copi’ catalán se preparan para una de las carreras más ilusionantes. Quieren volver a tocar el cielo. Aunque por ahora, se mantienen a la expectativa.




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