Sanidad basa el freno de la quinta ola de coronavirus en los cribados selectivos y el rastreo

El Gobierno no quiere aprobar medidas extraordinarias para luchar contra la quinta ola del coronavirus, cuya incidencia acumulada ha llegado este miércoles a los 252 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha transmitido a los responsables autonómicos en el Consejo Interterritorial que ya existen herramientas de las que echar mano sin necesidad de otras que ya se han utilizado en los estados de alarma. Darias ha insistido en reforzar la localización de los casos y ha puesto a disposición de las comunidades cinco millones de tests de antígenos para hacer cribados selectivos y a los rastreadores del Ejército para localizar contactos de positivos.

Sanidad no contempla volver a las mascarillas en las calles (ya son obligatorias si no se guarda la distancia de 1,5 metros) o a los toques de queda, tal y como ha pedido la comunidad de Castilla y León. “No está sobre la mesa. Existe un amplio elenco de documentos, planes, estrategias, medidas acordadas por todos, donde establecimos pautas para que las comunidades las adopten en relación con su situación”, ha señalado Darias.

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La preocupación se centra en la transmisión explosiva entre los más jóvenes, a quienes el virus está infectando con una rapidez nunca vista en esta epidemia en España, al menos desde que hay mediciones. Entre los veinteañeros la incidencia acumulada ha llegado a 814 y entre los adolescentes (12 a 19 años), a 729. Esta ola de contagios llega, aunque con mucha menos fuerza, a edades superiores, que ya están mayoritariamente vacunadas.

En vídeo, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, anuncia que el Gobierno pondrá a disposición de las comunidades autónomas cinco millones de test de antígenos.(EUROPA PRESS)

Aunque las autoridades sanitarias no prevén un colapso hospitalario como el que ocurrió en otras olas, sí habrá un pequeño porcentaje de estas personas, incluso de los más jóvenes, que enfermen gravemente, incluso fallezcan como víctimas de esta quinta ola. Y la saturación ya ha llegado en los centros de atención primaria, como han señalado varios consejeros en la reunión semanal con el ministerio.

Darias ha subrayado algo en lo que ya ha hecho hincapié Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias: el principal problema está en lugares de aglomeración, sobre todo cerrados y vinculados al ocio nocturno, ya sea en locales, botellones o fiestas. La mayoría de estos contagios se manifiestan de forma leve, o incluso sin síntomas, por lo que la ministra ha insistido en hacer rastreos y cribados decididos para cortar las cadenas de transmisión. Cuatro comunidades ya han solicitado los servicios del Ejército para localizar los contactos de los positivos: Baleares, Canarias, la Comunidad Valenciana y Castilla y León.

“El objetivo es parar el incremento de contagios. Pero también tenemos la otra mirada. Después de un año y medio tenemos lecciones aprendidas de cómo combatir al virus, cómo mantenerlo a raya. Influye el ocio, pero no solo el nocturno, quiero incidir en los viajes. Debemos ir con los cribados a buscar a esas personas positivas que son asintomáticas y no lo saben. Sin demonizar a ningún sector y estableciendo sinergias con el del ocio nocturno, como están haciendo muchas comunidades”, ha afirmado la ministra en su rueda de prensa posterior al consejo interterritorial.

Una calle de Santander el 3 de julio.
Una calle de Santander el 3 de julio. Juan Manuel Serrano Arce / Europa Press

Varias comunidades autónomas ya están imponiendo restricciones. Cataluña, por ejemplo, ha anunciado que vuelve a cerrar el ocio nocturno, una medida que también tomó Cantabria la semana pasada en varios municipios. Otras, como Asturias, Navarra y Baleares, están impulsando cribados entre los jóvenes, y Castilla y León ha optado por frenar su desescalada. Galicia ha anunciado pruebas de diagnóstico para entrar a discotecas o eventos con mucha afluencia de jóvenes.

El panorama para hacer frente a la epidemia ha cambiado. Ya no se trata tanto de actuar en lugares concretos, sino algo más complicado: sobre grupos de edad con una interacción social muy superior a los más mayores. Darias ha apostado por la “empatía”: “Debemos establecer sinergias con la gente joven; son futuro y presente del país y tenemos que cuidarlos”.

Avanza la vacunación

La principal herramienta para luchar contra la epidemia, más allá de las medidas no farmacológicas, sigue siendo la vacunación. 26,9 millones de personas (un 56,9% de la población) ya han recibido al menos una dosis y 19,9 millones (42,1%), la pauta completa. La ministra ha recordado que las comunidades ya pueden intercalar franjas de edad. Pero las dosis siguen siendo limitadas. Ya han llegado a España todas las de AstraZeneca necesarias para completar la inmunización de los sexagenarios. Sanidad confía en superar el 90% (ahora está en el 60%) en dos semanas. De hecho, con las últimas remesas, ya es seguro que sobrarán inyecciones de la farmacéutica anglosueca, ya que no están indicadas para menores de 60 años.

Para los menores de 40 años solo hay dos indicadas: Moderna y Pfizer. Por mucho que las comunidades intercalen grupos, para terminar con la vacunación de quienes tienen una pauta y seguir con los más jóvenes habrá que ir esperando a que lleguen más dosis. Darias ha enfatizado que lo que hay que hacer es pinchar todas las que llegan cuanto antes: “Ninguna vacuna en la nevera, todas al deltoides”.


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