Scuffet, de su ‘no’ al Atlético por sus estudios a ser el héroe de un ascenso

El
Atlético de Madrid
es a día de hoy uno de los clubs más prestigiosos de Europa. Un auténtico imán para muchos jugadores, que ven en la entidad un lugar donde crecer en lo deportivo y lo profesional.

Pero no todo el mundo tiene las mismas prioridades, desde luego. Y el ejemplo es Simone Scuffet
. A los hinchas colchoneros puede que no les suene demasiado. Ni tampoco a los propios seguidores italianos, pero el meta de Udine protagonizó una curiosa historia hace unos años que ahora ha dado un giro inesperado. Cuando tenía 17 años pudo haber sido colchonero, fue en el momento en el que destacaba como el nuevo gran arquero italiano e incluso fue convocado por la ‘Azzurra’ absoluta para unos entrenamientos. Su debut en la Serie A llegó con la camiseta de la Juventus el 1 de febrero de 2014 en el Bologna-Udinese, aún no era ni mayor de edad, gracias a una lesión del portero del Brkic.

En realidad, la trayectoria del meta de 24 años ya ha sido una auténtica noria. El cuadro colchonero apostó fuerte por el arquero italiano antes de que Jan Oblak recalase en el club rojiblanco, como apuesta de futuro pero el meta transalpino se negó a firmar.

Era el portero de moda, todos le querían. Le relacionaron con Juventus, AC Milan… pero él apostó por quedarse en su club, por una cuestión muy personal.

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En Italia le bautizaron como el ‘nuevo Buffon’ y años después de eso y de apostar por quedarse en Udine, el meta vivió lo más duro del fútbol. Acabó en el Como en la Serie B (Segunda división italiana), tuvo que irse al Kasimpasa turco y volvió a La Spezia, donde ha vuelto a colarse en las portadas de la prensa italiana al ser el meta del ascenso a la Serie A de este histórico club.

El meta siempre ha mantenido que no se arrepintió nunca de no haberse puesto a las órdenes de Simeone
. “No me arrepiento de haberle dicho que ‘no’ al Atlético de Madrid. Sentí que estaba haciendo lo correcto. Y me pareció adecuado hacerlo en su momento. (…) No sólo me quedé en Italia por mis estudios, para terminar la escuela secundaria. Elegí Udine por su ambiente, por su preparación de porteros… Quería seguir creciendo allí pero…”, explicó hace unos años.

Ese ‘no’ al Atlético lo cambió todo para él. Porque a partir de ese momento comenzó su caída en picado. En el Como encajó 52 goles en 35 partidos con muchas actuaciones criticadas, errores flagrantes y con el equipo descendido. Volvió al Udinese y en las dos siguientes temporadas sólo jugó 19 partidos. Hasta Bizarri, que tenía 40 años ya, estaba por delante de él. Luego, su préstamo a Turquía. Otro fracaso, 11 apariciones y 24 goles encajados.

En su momento más bajo volvía a Italia, de nuevo a Segunda, a las filas de La Spezia, donde comenzó en el banquillo. Pero a partir de octubre se convertía en titular indiscutible donde ha protagonizado una gran campaña por fin, ayudando a un histórico ascenso. En el curso que viene se le verá en la elite,


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