Este lunes 25 de abril se cumplen 10 años de una de las derrotas más dolorosas de la historia reciente del Real Madrid. El equipo entrenado entonces por José Mourinho se quedó a las puertas de la final de la Champions de Múnich tras caer contra el Bayern en una tanda de penaltis fatídica en el Santiago Bernabéu.
La imagen de Sergio Ramos enviando el balón a las nubes en el cuarto lanzamiento del Madrid acaparó todos los telediarios. El central tardaría dos años en resarcirse de aquella tremenda decepción conduciendo a su equipo a la Décima con dos goles en las semis contra el Bayern y el histórico gol en Lisboa en el minuto 92 ante el Atlético de Madrid.
Pero en 2012, el conjunto blanco encadenó su décimo fracaso seguido en la Champions, cuyo último título levantó en Hampden Park en 2002 de la mano de Zinedine Zidane. Las semifinales de 2012 depararon dos eliminatorias durísimas que no acabaron en una final Barcelona-Real Madrid porque el Chelsea se impuso a los catalanes en un ejercicio de resistencia histórico en el Camp Nou y el Bayern fundió a los blancos en la tanda.
En la ida en Múnich el equipo de Jupp Heynckes se cobró ventaja gracias a un gol de Mario Gómez en el minuto 90. Ribery había adelantado a los bávaros en el 17′ y Özil logró el empate en el 57′. El Madrid de Mou trató de proteger su renta con un planteamiento ultraconservador que dinamitó el Bayern en el descuento.
Con todo abierto, la vuelta empezó a pedir de boca para un Madrid impulsado por el Bernabéu de las grandes noches europeas. Un penalti por mano de David Alaba a un remate de Di María nada más arrancar permitió a los blancos ponerse por delante en la eliminatoria con el tanto de Cristiano Ronaldo (6′). La cosa se pondría mejor para los de Mou, que doblaron su ventaja con otro gol de CR7 ocho minutos después tras una asistencia de Özil.
Los blancos, en plena crecida, no supieron proteger su ventaja y Pepe cometió un penalti absurdo sobre Mario Gómez que Robben no desaprovecharía para igualar la contienda antes de la media hora (27′).
A partir de entonces, el partido estuvo presidido por una tensión brutal, con el Bayern gozando de las mejores ocasiones ante un Madrid que también tuvo sus opciones. El miedo al error condicionó toda la prórroga y el cruce desembocó en la tanda de penaltis.
David Alaba inauguró los lanzamientos con un certero disparo que superó a Casillas y CR7 falló su penalti poniendo en ventaja al Bayern. Mario Gómez puso el 2-0 y la parada de Neuer a Kaká dejó al Madrid contra las cuerdas.
Sin embargo, Casillas detuvo el penalti de Kroos para dar vida al Madrid, que marcó su último penalti merced a un disparo de Xabi Alonso. Casillas volvió a ejercer de héroe deteniendo la pena máxima de Lahm y Sergio Ramos tuvo en su bota derecha la posibilidad de igualar la tanda.
Sin embargo, su lanzamiento, potente y descontrolado, se fue muy arriba de la portería de Manuel Neuer y Bastian Schweinsteiger no falló para meter al Bayern en una final, la suya, que perdería ante el Chelsea de Di Matteo precisamente en la tanda de penaltis.