Seabubble, el coche eléctrico que vuela sobre el agua

Las nuevas tecnologías y el transporte están cada día más relacionados. Hemos podido apreciar el avance de una rama que está dando muy buenos resultados en los últimos años. La materia tecnológica está otorgando un punto de vista inaudito de unos transportes cada vez más futuristas. En este caso hablamos del Seabubble, un coche eléctrico cuya función reside en «volar» sobre el agua. Un automóvil distinto que tiene un diseño similar al de los catamaranes voladores de la Copa América ¡No te lo pierdas!

Un coche diferente

Los transportes ecológicos se presentan como el verdadero futuro de la industria. Por eso Alain Thébault se reunió con Ander Bringdal, campeón del mundo de windsurf, para crear un nuevo modo de transporte que pudiera navegar los ríos y canales sin tener que utilizar combustibles contaminantes. Después de varios años probando algunos prototipos, parece ser que por fin han dado con la fórmula secreta. Un complejo dispositivo que se hace llamar Seabubble y que, a falta de obtener los pertinentes permisos, ya ha navegado por el río Sena de París. 

Se trata de un automóvil que incorpora un novedoso control eléctrico de vuelo desarrollado minuciosamente por el equipo de hidrodinámica, aerodinámica y dinámica de fluidos computacional Caponnetto Hueber. Sin duda, uno de los complementos que le hacían falta a este ecotaxi para acabar de confirmarse por completo. La clave de todo esto reside en la otorgar la sensación pasajeros de encontrarse en la carretera y no en el medio del agua. De la misma forma que ocurre con los aviones, los tres flaps de las hidroalas están perfectamente conectados a un pequeño motor controlado desde un ordenador. Asimismo, unos sensores miden en todo momento la altura sobre el agua para que no haya ningún tipo de problema y Seabubble no vuelque.

Seabubble
Un automóvil completamente ecológico

Según los datos recibidos de la primeras pruebas, el vehículo comienza a moverse cuando alcanza los seis nudos de velocidad. A partir de aquí, Seabubble  puede acelerar hasta los 25 kilómetros por hora e incorpora una autonomía de entre 80 y 100 kilómetros. Sin olvidarnos de que está construido con materiales completamente biodegradables y que está propulsado únicamente por energía libre de emisiones. Desde la empresa de Thébault confían en iniciar este mismo año la producción del Seabubble en ciudades como Venecia o Dubai. 


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