Sergio Francisco, el arquitecto del ascenso de la Real C

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Sergio
Francisco (Irun, 1979) fue un velocísimo delantero que no tuvo suerte en la Real. Bernd
Krauss le echó el ojo y le hizo debutar en el primer equipo en aquel partido de Copa en el Vicente
Calderón (0-1) en el que los txuri urdin a punto estuvieron de remontar el 1-2 de la ida en Anoeta -les robaron un claro penalti que hubiera supuesto el 0-2-. Era febrero de 1999 y aún estaba caliente el cadáver de Aitor
Zabaleta, asesinado dos meses antes en ese estadio en una temporada en la que ambos conjuntos se enfrentaron hasta seis veces (Liga, Copa y UEFA). Las lesiones, sin embargo, se cruzaron en su camino y, a partir de 2001, su último año en la Real, tuvo que emprender una carrera notable entre Segunda y Segunda B que le llevó de Zamora a Lorca, pasando por el Nàstic
de
Tarragona, aunque donde más años jugó fue en su Real
Unión natal.

Sergio Francisco posa en Zubieta en su época de jugador de la Real
Sergio Francisco posa en Zubieta en su época de jugador de la Real

Sergio se hizo cargo hace cuatro años como entrenador del tercer filial txuri urdin, la Real C, con el que el sábado logró ascender a la nueva Segunda RFEF, que será la cuarta categoría del fútbol estatal la próxima temporada. Un gran logro para el club blanquiazul que dispondrá de equipos en las mejores estructuras del fútbol profesional y semi-profesional para seguir formando a sus futbolistas, el gran objetivo en este tipo de equipos nodrizas.

Así lo reconoce el propio técnico irundarra, satisfecho en cualquier caso con el éxito deportivo conseguido. “Hemos encontrado premio, que no es fácil en un estructura como la Real C”, ha manifestado Francisco en una entrevista concedida a los medios del club. “Al principio nos costó porque le pretemporada fue exigente pero el equipo fue mejorando y ganando confianza a raíz de ir sumando triunfos hasta lograr ascender”.

El entrenador irundarra tenía claro que en una Liga más corta debían ser “más competitivos que antes” en una estructura y una categoría como la Tercera en la que nunca saben “cómo van a responder” los futbolistas. El resultado de esta temporada ratifica, a juicio de Sergio
Francisco, que “los jugadores han sido competitivos, han demostrado que han ido mejorando y eso habla bien de toda la estructura de técnicos del fútbol base ya que los chavales llegan cada vez más preparados”.

De cara a la próxima campaña en la Segunda
RFEF, el técnico realista tiene claro que “el objetivo va a ser el mismo, ir dando a los jugadores herramientas para ser competitivos y para que mejoren conceptos del juego, técnico-tácticos y emocionales”. Tratarán, como cada año, de “aumentar la carga de entrenamiento y de darles herramientas con el objetivo de que cuantos más jugadores puedan dar el siguiente paso”.


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