Si el Barça no ganó este domingo su primer título de la temporada 2022-23 fue en gran parte por culpa de Sergio Llull. La Supercopa Endesa cayó del lado del Real Madrid después de una prórroga (89-83) en una historia parecida a la del año pasado: claro dominio del Barça durante 25 minutos, irrupción estelar de Llull en el duelo y remontada y victoria final de los blancos.
Llull clavó tres triples seguidos al final del tercer cuarto que lideraron un parcial del Real Madrid de 11-0 (22-4 en total desde el 33-45), con el que los blancos pasaron de perder por 5 puntos (44-49) a mandar por 6 (55-49). Aunque el Barça reaccionó y llegó vivo a la prórroga, la dinámica del encuentro ya había cambiado y el Real Madrid se hizo en el tiempo extra con su quinta Supercopa consecutiva. Llull acabaría con 14 puntos, 2 rebotes y 3 asistencias en 24 minutos.
No es la primera ni la segunda vez que Llull es determinante en una victoria del Real Madrid sobre el Barça. Ya lo fue en la anterior final de la Supercopa Endesa, disputada hace un año en San Cristóbal de la Laguna (Tenerife), en la que el equipo blanco todavía levantó un partido más difícil. El Barça dominaba aquella final por 19 puntos en el minuto 25 (63-44) pero otra explosión anotadora de Llull (MVP con 24 puntos en menos de 20 minutos) permitió a su equipo darle la vuelta al partido (83-88) y llevarse el título.
En la pasada temporada el Barça también topó con Llull en la semifinal de la Final Four de Belgrado. Los azulgrana mandaban cómodamente al inicio de la segunda mitad (47-34) pero el balear comandó la reacción de su equipo con 15 puntos. El Madrid se llevó el triunfo (83-86), aunque no pudo repetir victoria en la final y el título de Euroliga se lo acabó llevando el Anadolu Efes.
Llull ha ayudado al Madrid a levantar muchos duelos con el eterno rival pero también a ganar algunos con canastas en el último suspiro. Así sucedió el 12 de marzo de 2017 en partido de fase regular de la Liga Endesa, cuando una canasta suya en el último segundo -por encima de la defensa de Oleson– permitió a los blancos llevarse la victoria por 76-75.
La más famosa de todas, sin embargo, es la que decidió la final de la Copa del Rey de 2014 disputada en Málaga. El Barça acababa de darle la vuelta al marcador en un último minuto increíble pero al Real Madrid le quedaba una última bala. Sergio Rodríguez subió el balón y, tras recibir un ‘dos contra uno’, abrió el balón a la derecha hacia Llull, que no falló desde seis metros para colocar el 76-77 definitivo en el marcador.