La F1 está en una situación crítica. Ya lo admitía Zak Brown, CEO de McLaren, hace unos días, asegurando que hasta “4 equipos podrían desaparecer” debido a la crisis sanitaria y económica del coronavirus. Liberty Media, propietaria del campeonato, está trabajando a marchas forzadas para poder reorganizar el calendario, misión casi imposible debido a que es muy difícil tomar decisiones de tal magnitud sin poder saber qué es lo que pasará en los próximos días, semanas y meses en el mundo debido a la expansión del virus.
Incluso una vez se haya controlado la situación en Europa, muchos países seguirán manteniendo restricciones de viaje y ello dificultará y mucho que los equipos puedan disponer de todos sus efectivos en las carreras.
Así, la F1 tiene las manos atadas mientras trabaja para que haya Mundial este año que salve así la competición y algunos equipos, que podrían desaparecer si no se corre debido a la gran pérdida de dinero que ello supone para todos, especialmente para los más modestos, cuya principal fuente de financiación es el dinero que reparte la F1 al final de año y que proviene de los derechos televisivos y el cánon que paga cada circuito por albergar una cita mundialista.
Así pues, otro de los que habló de la gravedad del asunto fue Franz Tost, que en declaraciones al portal especializado ‘motorsport-total.com’ aseguró que si en julio no arranca la temporada, el problema sería mayúsculo.
“Si comenzamos de nuevo en julio, saldremos con un ojo morado, pero si no comenzamos en esas fechas, sería todavía peor. Cuando no corremos, perdemos entre uno y dos millones. Si no sucede nada durante todo el año, se convertirá en un problema muy crítico. Si no tenemos ingresos, podría convertirse en un desastre económico”, expresó sin tapujos en unos días en los que Liberty Media sigue planteándose fórmulas que le permitan desarrollar un calendario de 18 o 19 citas, posiblemente iniciando en Europa con carreras a puerta cerrada, cerca de las fábricas de los equipos para reducir costes y en una zona que ya habría pasado el virus mientras en otras como América todavía estaría en expansión.
En este sentido, Tost admitió las grandes preocupaciones que tienen la mayoría de equipos modestos de la categoría, el de tener que hacer frente con los sueldos de sus centenares de empleados y de los costes de sus fábricas.
“Si solo podemos hacer algunas carreras en la segunda mitad de la temporada, o incluso no podemos hacer ninguna, tendremos que ver cómo proceder con el personal, porque no tendremos nada que hacer. Cuando todo comience en julio y podamos correr, no creo que sea un problema”, comentó.
“Necesitamos esperar y ver qué carreras tenemos, qué ingresos tenemos y cómo se ve con los patrocinadores. ¿Se quedan, desaparecen? ¿Cómo es toda la situación económica? Tenemos que enfrentar la realidad para descubrir dónde estamos económicamente”, añadió, y es que cada equipo deberá tener intensas charlas con sus patrocinadores, quienes han firmado un contrato con los conjuntos para competir en 22 carreras y no en un campeonato reducido. Además, muchos de ellos se habrán visto afectados económicamente por esta crisis, por lo que los patrocinios a los conjuntos de F1 pueden peligrar.
Por suerte para Alpha Tauri, su principal patrocinio es el de la línea de ropa de Red Bull, una empresa enorme que debería poder permitirse mantener el presupuesto destinado a la F1, una suerte que podrían no tener muchos otros equipos de la parte trasera de la tabla.
“Tenemos que sentarnos y decir: Este es el desafío al que nos enfrentamos y solo nos queda este dinero y ese dinero. Solo Liberty Media puede darnos un punto de partida. Son responsables del dinero de los patrocinadores, de los derechos de televisión, de los organizadores, que luego nos distribuyen. Si no pueden distribuir nada, tampoco tenemos mucho para gastar”, finalizó.
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