Siete años de las lágrimas de Bucarest


¡Qué mal recuerdo! La herida no ha terminado de cicatrizar después de siete años. Hay aficionados del Athletic a los que todavía les recorre un sudor frío cuando piensan en Bucarest o en Falcao. Hoy se cumplen siete años de la infausta noche para el conjunto bilbaíno en la que perdió la final de la Europa League contra el Atlético (3-0).

El Athletic no pudo poner la guinda a una extraordinaria trayectoria continental en la temporada 2011-12. Dejó atrás al Lokomotiv Moscú con sufrimiento y luego fue coleccionando hazañas contra el Manchester United, el Schalke y el Sporting. Su fútbol maravilló a Europa de la mano de Marcelo Bielsa. Sin embargo, nada de lo exhibido previamente pudo lucir en el gran día.

No fue el equipo dominador que pretendía. La presión pudo con los futbolistas zurigorris, quedaron atenazados. Sus caras en los accesos al terreno de juego reflejaba máxima tensión y el panorama no mejoró. El Atlético de Simeone, que había llegado al banquillo colchonero a mitad de curso, fue netamente superior. Fue el comienzo de una era para la entidad madrileña.

Bielsa alineó a su once de gala. Al que se conocía todo Bilbao de carrerilla: Iraizoz; Iraola, Javi Martínez, Amorebieta, Aurtenetxe; Iturraspe, Herrera, De Marcos; Susaeta, Llorente y Muniain. Pero apenas hubo final. Falcao encarriló muy pronto el encuentro. Bailó dentro del área con Amorebieta como convidado de piedra y colocó el cuero en la escuadra con un tremendo zurdazo. El Athletic reaccionó tímidamente, pero se encontró con otro zarpazo del Tigre. Falcao aumentó la renta pasada la media hora tras un error en la salida de balón de los leones.


Bielsa movió el árbol en el descanso. Dio entrada a Iñigo Pérez e Ibai en lugar de Aurtenetxe e Iturraspe. El Athletic se asomó unas cuantas veces al área madrileña, aunque no fue su día. Diego apuntilló a los bilbaínos en la recta final. Las lágrimas empezaron incluso antes del pitido final en Bucarest. Un recuerdo doloroso que aún está fresco en la memoria zurigorri.


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