“Sigo luchando. La plaza la he ganado y es mía”

by

in

Carmen Lafuente, en Madrid el domingo.
Carmen Lafuente, en Madrid el domingo.Santi Burgos / EL PAÍS

Carmen Lafuente cuenta su historia con la tranquilidad de quien, a los 25 años, está versada en superar problemas. Por eso mismo cuesta pensar que la historia tenga otro final que no sea el que ella lleva dos años peleando: ocupar la plaza BIR (bióloga interna residente, el equivalente para biólogos en el sistema sanitario al MIR que los médicos cursan para conseguir un título de especialista) que logró en un examen hace dos años. “Sigo luchando. La plaza la he ganado y es mía”, dice la madrileña. En concreto, quiere especializarse en Bioquímica Clínica, la opción que eligió porque, “como tiene mucha informática, es en la que tengo menos inconvenientes”, dice esta madrileña, que tiene un glaucoma congénito que le hace ver como si tuviera “una miopía muy grande”. “Si otras personas pueden distinguir detalles a cinco metros, yo necesito estar a 20 centímetros”, explica. Por la calle, por ejemplo, puede ir sin bastón, pero dice que lo usa a veces porque le da seguridad.

Lafuente cursó Biología Sanitaria en la Universidad de Alcalá de Henares. “Ahí tenía prácticas, y las hice con algunas adaptaciones, como poner cámaras en los microscopios para proyectar la imagen”, dice. También en las pruebas BIR se establecieron los cambios para que ella pudiera demostrar lo que sabía. Por eso no entiende que los tres hospitales donde ha pedido ingresar la hayan rechazado. “Antes de tomar posesión de la plaza en el Hospital de Basurto, prevista para mayo de 2019, fui a ver el jefe de servicio para que me conociera y ver qué teníamos que adaptar, pero su actitud fue bastante negativa. Yo le ofrecía soluciones como las que habíamos implantado a lo largo de la carrera, pero no conseguí nada”. Al final, le prorrogaron la toma de posesión hasta hacer unas adaptaciones que no llegaron. Lafuente pidió el traslado al hospital Ramón y Cajal de Madrid, pero “la actitud fue parecida”, dice.

En noviembre de 2019 la mujer acudió al Ministerio de Sanidad, el que regula los BIR. “Al fin y al cabo, ellos me habían adaptado el examen”, explica. La respuesta que recibió fue que cambiara de especialidad, y solicitara la de Inmunología. Para ello necesitó la aprobación de la comisión nacional de la especialidad, pero el resultado fue el mismo: el Hospital de Donosti no la admitió.

El colmo llegó en noviembre de 2020. Entonces, el propio ministerio que la había aprobado le comunicó que perdía la plaza, “que no veían el lugar donde podía tomar posesión y trabajar”, cuenta.

La mujer admite que la manipulación de muestras le “cuesta un poco más”, pero “en un laboratorio nunca estás solo. Hay un equipo para echarte una mano si hace falta”. Y apunta a que una gran diferencia entre la enseñanza superior con los centros sanitarios es que “estos toman a los BIR como una mano de obra barata, y olvidan que está ahí para seguir cuatro años de formación, no para que les saquen el trabajo”.

Lafuente también se ha visto con el director de Ordenación Profesional del ministerio, Vicenç Martínez, pero este le dijo que la resolución, tomada por su antecesor, ya era firme. La recurrió, pero se la denegaron por silencio administrativo. Ahora, con la asesoría de la ONCE y el Cermi, prepara un nuevo recurso.

Fuentes del Ministerio de Sanidad confirman los contactos e insisten en que hay interés en resolver el tema. “Seguimos trabajando en encontrar alternativas. En próximas fechas está previsto vernos con la ONCE para, juntos, abordar el caso y darle una alternativa”, afirman.

La mujer ha aprovechado estos dos años para hacer un máster en Comunicación Científica en la Universidad Internacional de Valencia. Es un posible plan b. “No puedo supeditar mi vida a algo que no sé cuándo ni cómo va a terminar”, reflexiona. “La vida sigue, y tienes que distanciarte a veces”, admite. Solo a veces. Ella no renuncia.


Source link