A Cristina Soria la podremos ver en la próxima comedia de Manuela Burló en HBO y también en La valla, la serie de Daniel Écija que se estrena próximamente en Atresmedia. Pero en junio podríamos habérnosla encontrado por Nueva York (Estados Unidos), donde viajó con su familia para cuidar las mascotas de una amiga suya que vive en Manhattan.
¿Con qué animales compartió sus días neoyorquinos?
Con dos gatos y un loro llamado Guado. Cuando entraba en casa, cantaba con unos agudos increíbles y decía “hello”. Nuestra amiga es puertorriqueña y viaja mucho, así que vivir en su casa del East Village fue un regalo.
¿Qué descubrió en el barrio?
Aprendí que había sido el hogar de la colonia ucrania, por eso está allí el restaurante eslavo Veselka. Adoro a sus camareros y también que abran 24 horas al día y puedas tanto desayunar como cenar. Me encanta cómo guisan las salchichas ucranias, las tortitas de patata y la sopa borsch de remolacha.
Denos más pistas culinarias…
En el Lower East Side fui por fin a conocer Katz’s Deli, el famoso bar restaurante judío. Me pedí el sándwich de pastrami entero, nada de compartirlo. Fue una buena bomba.
¿Vivió alguna aventura?
Ir a la lavandería. Allí las lavadoras funcionan con monedas de 25 centavos y hay máquinas que dan cambio. En una metí un billete de 20 dólares y parecía que me había tocado el premio gordo en una máquina tragaperras.
¿Se asomó a Broadway?
Me flipan los musicales, así que vi Beetlejuice en pequeño formato. También The Ferryman, dirigida por Sam Mendes. Había ocas, bebés y conejos en algunas escenas, además de 17 actores. Y vi una obrita off del East Village en la que una actriz hacía cuatro personajes. Ah, y en Bryant Park me encantaron las grabaciones de programas de radio en directo. Montan un escenario para que actúe gente de los musicales de Broadway y mientras los ves al aire libre te puedes tomar un café.
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