Suárez Vélez propone revertir cancelación de NAIM; no se ve proyecto de AMLO próximo a concluir: Bendesky

El economista Jorge Suárez-Vélez comentó que “la parte medular de la falta de crecimiento es imputable a este gobierno” y que invertir en una empresa quebrada como Pemex “es suicida”.

Revertir la cancelación del aeropuerto en Texcoco, dejar de inyectar recursos a Petróleos Mexicanos y a “obras faraónicas” que se prevén financiar con recursos públicos, son medidas que podrían abonar al crecimiento económico de México, afirmó el economista Jorge Suárez-Vélez. 

El miércoles el gobernador del Banco de México (Banxico), Alejandro Díaz de León Carrillo, afirmó que la economía mexicana ha registrado un muy bajo crecimiento promedio en los últimos cinco trimestres, lo que habla de cierto estancamiento.

En una Mesa Económica este juevesSuárez-Vélez afirmó que lo dicho por Díaz de León es un hecho si se compara la actual economía mundial con la de 2010.

Expuso que hay una desaceleración mundial debido a que algunos países como China, Japón, Alemania e Italia están viendo una reducción de sus poblaciones, y por lo tanto, de su fuerza laboral.

Asimismo, apuntó, se ha acumulado un nivel alto de deuda y hay un declive en los índices de productividad.

Sin embargo, señaló que si bien el entorno externo es complejo, el bajo crecimiento de México se debe a limitaciones estructurales internas.

La parte medular de la falta de crecimiento es imputable a este gobierno porque se ha generado un ambiente de incertidumbre. Creo que se han tomado decisiones muy malas como fue la cancelación del aeropuerto, como es el hecho de pretender quitarle fondeo a muchos programas que funcionan, como el Seguro Popular”, sostuvo.

Por otra parte, el experto comentó que “el plan de Petróleos Mexicanos es de carcajada” y calificó como “suicida” que se destinen grandes cantidades de recursos a una empresa que ya está quebrada.

Además, consideró que es un error invertir recursos públicos a “obras faraónicas absurdas” como la refinería Dos Bocas, el Tren Maya y Santa Lucía.

“Las calificadoras de riesgo crediticio y otros analistas están preocupados por la falta de rumbo económico que está mostrando este gobierno… No hay forma que este país crezca si no hay un fuerte componente de inversión privada y la incertidumbre que le está inyectando este gobierno realmente la va a matar”, abundó.

El economista León Bendesky añadió que si bien nunca se puede decir cuándo va a haber una recesión, señaló que muchas veces los agentes económicos (consumidores y grandes inversionistas) la propician.

“Ese movimiento de enormes cantidades de dinero que se van al corto plazo y eso es la deuda del Tesoro de Estados Unidos a dos años, está generando también que el escenario se vuelva recesivo. Ese es un asunto que ocurre periódicamente en la economía capitalista”, explicó.

Observó que el corto plazo de la economía “es un lugar muy ruidoso”; en cambio, el largo plazo, “es un lugar muy silencioso y solitario” en el que no se sabe lo que va a pasar.

En ese sentido, indicó que lo principal es saber qué hará el Estado para propiciar la inversión privada, porque con los recursos públicos no alcanza.

“Son ya ocho meses de este gobierno y la economía no está creciendo… No veo esas señales por las cuales va a haber impulso. En ese sentido, coincido en que estamos en un entorno muy complejo en donde no hay señales muy claras“, puntualizó.

Suárez-Vélez destacó la importancia de no caer en la trampa de promover la autosuficiencia, porque esto lo que hace es “perpetuar la pobreza”.

En su opinión, México debe adaptarse a los cambios profundos en cadenas de valor; invertir en tecnología, educación y capacitación, para que la gente sea empleable en el entorno que viene.

El también columnista del periódico Reforma comentó que “el gobierno debe asegurarse de que haya un terreno parejo, de tal forma de que no haya empresas que puedan abusar, que no hagan prácticas monopólicas y oligopólicas, que haya transparencia en la información, de tal forma que las empresas paguen los impuestos que deben de pagar y cumplan las normas laborales”.

Agregó que la principal responsabilidad de las empresas es con su propia sobrevivencia, por lo que no pueden lanzarse a invertir cuando no tienen las señales de que eso puede ser rentable.

“En el momento en el que el gobierno se pone a renegociar contratos que firmó a través de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) le mete una enorme incertidumbre al ambiente para invertir. En el momento en que se cancela la principal obra de infraestructura, que fue el nuevo aeropuerto, ahí le mete incertidumbre porque no hay una razón de fondo para hacer esta cancelación.

“Era una pieza de infraestructura que nos insertaba fuertemente en cadenas de abasto en un momento en donde tenemos una ventaja relativa, precisamente por el conflicto comercial entre Estados Unidos y China, que de repente nos hace una alternativa para cadenas de abasto donde estaban participando empresas chinas, pero que no vamos a poder participar sino tenemos la infraestructura aeroportuaria y de transporte de carga, que se requeriría para poder hacerlo”, afirmó.

Bendesky coincidió en que la estructura productiva de México es muy desigual, pues donde se produce más empleo es en las micro, pequeñas, medianas y algunas grandes empresas.

Si bien coincidió en que “tenemos en un rezago bárbaro en investigación y desarrollo, en promoción del trabajo científico y en capacitación de los trabajadores, señaló que el problema más inmediato es que el país lleva casi nueve meses sin crecimiento.

“Una cosa es atacar el corto plazo, lo inmediato, que es imprescindible, y otra es prepararnos para lo que viene donde vamos con un rezago bárbaro… Ordenemos, jerarquicemos las acciones que hay que tomar“, indicó.

Desde su punto de vista, la baja del Banco de México de 0.25 puntos base a la tasa de interés, “en vez de ser una cuerda que va a jalar la economía en una dirección, que se pretende es por donde hay que ir, parece que es una cuerda con la que estamos tratando de empujar la economía; realmente no va a pasar nada con ese 25 por ciento”.

Sobre las acciones a tomar, Suárez-Vélez consideró que lo más importante es que este gobierno se quite el dogma y abrace el pragmatismo, que se dé cuenta de que si no se resuelve la caída de la producción de Pemex habrá un problema de finanzas públicas muy severo, y que si no se resuelve el problema de crecimiento van a tener un problema de recaudación muy severo.

En ese sentido, afirmó, es necesario que haya rondas privadas para invertir en Pemex y revertir la decisión de cancelar el aeropuerto de Texcoco.

“Nada le daría más capital político al presidente López Obrador que tomar una decisión así porque mostraría pragmatismo que sería muy apreciado por los mercados, por medios y potenciales inversionistas internacionales. Es muy importante racionalizar cómo el gobierno está gastando sus recursos y yo creo que donde los tiene que dedicar es a temas como seguridad”, abundó.

Tras insistir en que a nueve meses no hay un sólo proyecto que se esté llevando a cabo y haga pensar que realmente se va a concluir, Bendesky indicó que el gobierno tiene que replantearse cómo quiere liderar esta economía. “La gente que invierte dinero lo hace cuando tiene una mínima confianza y si no el dinero se está yendo a otra parte”, señaló.

Respecto al contenido del paquete económico para 2010, Suárez-Vélez mencionó una reforma fiscal, ya que este gobierno necesita una mayor recaudación.

“Es muy importante recuperar el tema de participación privada en infraestructura, apoyada por el gobierno. El tema es de asociación entre el sector público y el privado, tenemos que abandonar programas faraónicos que van a costar una fortuna y que no van a dejar absolutamente nada, como Dos Bocas, Tren Maya y Santa Lucía“, puntualizó.

En tanto, Bendesky afirmó que el presupuesto para 2020 va a ser una señal muy importante.

Finalmente, estimó necesario que el gobierno haga un ajuste del discurso para dar señales claras de a dónde quiere ir el gobierno con su plan económico, porque actualmente no existe.




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