"Todo lo que estoy viviendo me lo he ganado yo"

"Todo lo que estoy viviendo me lo he ganado yo"

Le gustaría jugar en el Westfalenstadion, llamado ahora Signal Iduna Park de Dortmund. Igor Zubeldia reconoce que está ansioso por escuchar el himno de la Champions en Anoeta. Después de una temporada para enmarcar, tanto en lo personal como en lo colectivo, el azkoitiarra quiere más.

Hace ocho años se montaba en un avión rumbo Obertraun en su primera pretemporada con la Real. ¿Cuánto le ha cambiado la vida?

Mucho. Todo ha pasado muy rápido. Me acuerdo como si fuera ayer. Tanto ‘Oyar’ como yo teníamos 18 años, calladitos y a hacer lo que nos decían. Tengo muy buen recuerdo. Estábamos compartiendo vestuario con nuestros ídolos. Eso era algo grande y mira, después de tantos, por suerte, estoy en el primer equipo

¿Se acuerda qué sintió cuando le dieron la noticia de que iba a hacer esa pretemporada?

La verdad es que me sorprendió. Al principio estaba un pelín nervioso porque era todo diferente, pero todos estaban dispuestos a ayudarnos y todo fue muy fácil.

¿Se está desarrollando todo como soñaba?

Si te digo la verdad, sí. Tenía el sueño de jugar en Anoeta y lo he cumplido. He compartido vestuario con mis ídolos y después de unos años ya puedo decir que soy uno más en la Real y eso me llena muchísimo.

Mire a su alrededor -la entrevista está hecha en los banquillos de Anoeta- y ¿qué siente?

Orgullo, honor… No sé cuál es la palabra. No sé si hay algo más grande que jugar en casa ante tu gente. El hecho de ponerte la camiseta txuri urdin, salir a este estadio y que tu afición te anime en cada partido es algo único. Ellos, los aficionados, también nos han ayudado a conseguir buenos resultados.

También ayuda la etapa exitosa en la que está inmersa el club, ¿no?

Sí. Por suerte no he vivido la mala época de la Real. Hay gente dentro que han vivido momentos duros. A nosotros, por suerte, no nos ha tocado vivir eso. Estamos viviendo algunos de los mejores años de la Real y es un honor poder ser partícipe de todo esto.

Y con Igor Zubeldia convertido en una pieza indiscutible…

Para eso he tenido que trabajar mucho también. Cuando llegué al primer equipo tenía un rol diferente al que tengo ahora. He ido avanzando poco a poco. La temporada pasada di un salto importante en mi carrera. Me siento más protagonista de todo esto.

Y jugando de central…

(Risas) Pues sí. Mes costó bastante. Al principio tampoco estaba muy a gusto como es normal cuando te cambian de posición. Ya han pasado tres años y si alguien me pregunta qué soy, yo les contesto que soy central. Si algún día el míster decide que tengo que jugar otra vez de pivote, encantado. Me siento muy a gusto, contento y con confianza. El tiempo me ha dado la razón de que podía jugar ahí.

¿Qué fue lo más complicado a la hora de adaptarse al puesto?

Han sido muchas cosas. Tienes que sacar el balón, defender. Eres el último jugador y eso también tiene sus riesgos, pero desde el primer día asumí que tenía que aceptar ese reto. Lo he intentado hacer lo mejor posible y hasta hoy.

¿Cómo se tomó las críticas?

Al principio es normal. Cuando te cambian de puesto, la gente no confía en ti . Nunca había jugado ahí, pero el tiempo me ha dado la razón. La gente ya se ha dado cuenta de que puedo jugar de central, que valgo para esa posición y eso me llena. Me siento querido por la grada.

¿Había más ganas de volver por todo lo que viene por delante?

Creo que todos necesitábamos desconectar un poco, pero hemos empezado con muchas ganas, con muchísima motivación por lo que viene. Son diez años desde la última vez que jugamos la Champions y toda la gente está muy ilusionada y nosotros también. Es algo histórico lo que hemos conseguido y no hace falta decir nada de las ganas que tenemos.

Se ha convertido en indiscutible, ha ganado una Copa del Rey, va a jugar la Champions. ¿Hasta dónde quiere llegar?

Todo eso ha llegado a base de trabajo, sin ponerme ningún objetivo claro. Ojalá en un futuro lleguen más cosas. Mi objetivo ahora mismo es dar lo mejor de mí, hacer lo que estoy haciendo y si se puede, mejorar. Pero lo que más me llena es hacerlo bien con el equipo en esta ciudad y con esta afición. Es lo que más me llena.

¿Hay margen de mejora tanto individual como colectivamente?

Siempre hay algo por mejorar, pero es muy difícil llevar la evolución que está llevando este equipo. Son cuatro años de manera consecutiva clasificándonos para Europa. El equipo está trabajando muy bien, pero seguir tantos años con esta dinámica es muy difícil. Seguiremos peleando por todo, incluso en mejorar.

¿Tienen los pies en el suelo?

Estamos preparados para cuando nos vengan mal dadas. Este equipo, una vez que ha conseguido algo, sigue trabajando como si no hubiera pasado nada. Con el tiempo valoras lo que haces, pero, de momento, no te das cuenta de lo que estás consiguiendo. Si algún día pasa que estamos en una mala racha o que hacemos una mala temporada, hay que ser realistas y saber quiénes somos y de dónde venimos. Todos queremos más y este año vamos a intentar hacer un buen papel. Será difícil, pero estamos preparados para todo lo que viene.

Uno de los baluartes de todo esto es Imanol Aguacil. ¿Qué les da?

No hace falta hablar mucho de Imanol. Lo bueno es que nos conoce a todos muy bien. Es un entrenador que todo lo que piensa, te lo dice a la cara para mejorar. Eso es de agradecer. Puedes pensar que estás haciendo bien las cosas, pero si viene el entrenador y te dice que no, te hace reflexionar. Él te da pautas para intentar mejorar. Todo el equipo cree en este proyecto y no hace falta decir más.

¿Las broncas motivan o desmotivan?

No sé si la palabra es motivar, pero sí te sirven para un toque de atención. A mí me da para pensar. Sus charlas me motivan. Puedo decir que tengo toda su confianza y se lo agradezco.

¿Cuál es la clave para explicar que año tras año el equipo da una versión mejorada al anterior?

Esfuerzo, sacrificio, no relajarse, ambición… Si se junta todo, tienes más posibilidades de conseguir lo que estamos haciendo. Si en un año consigues algo y al siguiente te relajas, tú mismo te estás poniendo palos en las ruedas. Lo importante es que Imanol no nos deja relajarnos y esa es la clave. Día a día lo tienes que dar todo.

¿Piensa a menudo en la Champions?

Tampoco se habla mucho. Yo lo que quiero es escuchar el himno de la Champions ya en Anoeta.

¿Cómo está, personalmente hablando?

Estoy feliz, tranquilo. No le puedo pedir más a la vida. Tengo todo y más. Acabo de ser aita. Las vacaciones han sido diferentes., pero bueno, he podido desconectar y he disfrutado muchísimo. Ahora he vuelto con muchas ganas y muy motivado por lo que viene.

¿Es de esos jugadores que le da muchas vueltas a la cabeza?

La experiencia es un grado. Hay jugadores que llegan al primer equipo muy rápido y hay otros que necesitan su tiempo, como en mi caso. Al principo tenía más preocupaciones, mas nervios, miedo. Ahora soy un jugador más hecho, la experiencia me ha dado más tranquilidad y me conozco mejor. Ahora estoy disfrutando muchísimo. Estoy en el mejor momento de mi carrera.

¿Un futbolista llega a sentir miedo?

No sé si la palabra es miedo, pero siempre tienes esa tensión de que vas a competir. Siempre tienes ese hormigueo en la tripa. Creo que eso es bueno porque el cuerpo necesita un poco de activación. Pero ahora no siento miedo a nada, por lo menos en lo que a fútbol se refiere.

¿Es consciente de todo lo que está consiguiendo?

Este verano me he puesto a pensar en ello. Por suerte renové la temporada pasada y he pensado en toda la gente que se ha quedado en el camino o en esa que está con dudas o incertidumbre de que va a pasar la temporada que viene. Personalmente no me ha pasado nunca y me siento orgulloso. Creo que me lo he ganado. He pensado en la suerte que he tenido y agradezco esa confianza. Siento que me lo he ganado. Día a día intento dar lo mejor de mí. Me ha costado dar ese paso que me faltaba. Llegó ese día. A partir de ahora, me toca dar el nivel que he demostrado.

¿Tiene margen de mejora?

Sí, y lo digo muy claro. Todavía tengo 26 años. Me quedan años para mejorar.




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