Tomás Pina, ¿fichaje de lujo para el final de curso?


El aplazamiento de LaLiga favorece la vuelta de los jugadores ahora inmersos en procesos de recuperación de sus lesiones. En el caso albiazul, el Alavés está pendiente de Tomás Pina, que sufrió una fractura de peroné en Granada en diciembre.



Tras ser operado, se fijó en cuatro meses su período de rehabilitación para poder regresar a los terrenos de juego, con lo que su vuelta se espera para abril. Aunque no esté al cien por cien, si todo transcurre según lo previsto podría ayudar al equipo en el tramo final de la temporada.

El pivote babazorro, eje del centro del campo albiazul en las tres últimas campañas, se lesionó el pasado 7 de diciembre, durante la primera mitad del encuentro ante el Granada (3-0), celebrado en el Nuevo Los Cármenes. Tuvo que ser sustituido por Wakaso en el minuto 36, tras una acción en la que su peroné se quebró.

Desde el primer momento, al ser retirado en camilla, se temió que la lesión iba a ser muy importante. El ghanés, traspasado en enero al fútbol chino, sólo permaneció sobre el césped 31 minutos, ya que fue expulsado por doble amarilla.

Operación satisfactoria

Las pruebas médicas le diagnosticaron una fractura de peroné pero, al menos, descartaron cualquier daño en su rodilla, algo que se temió en un principio. El jugador fue operado tres días después, el 10 de diciembre, por el prestigioso traumatólogo Mikel Sánchez. La intervención quirúrgica resultó “satisfactoria”, según informó el propio club, y su período de recuperación se fijó en cuatro meses. Con ello, estaría listo para regresar a los terrenos de juego a partir de mediados de abril.

Sabido es que Asier
Garitano es un entrenador que siempre tiene el máximo cuidado en el regreso de sus futbolistas lesionados. El de Bergara siempre pide “paciencia” en estos casos pero, teniendo en cuenta que el jugador va cumpliendo por ahora los plazos y que la competición, en el mejor de los casos, se reanudará en mayo, este parón por el Covid-19
puede posibilitar que esté en condiciones de participar en alguno de los encuentros del tramo final de la temporada.

El de Ciudad
Real es un hombre clave en el esquema del preparador vasco. Hasta su lesión, fue indiscutible y, siempre que estuvo disponible, formó parte del once titular. Al lado de Wakaso o Manu
García, o junto a los dos, fue siempre el eje del equipo, el referente encargado de sacar el balón y de dar equilibrio al equipo en la zona ancha.

Su baja la acusó el equipo en el tramo final de la primera vuelta. Hasta que llegaron los refuerzos de invierno, sólo cosechó dos puntos en tres encuentros, con dos empates –Leganés (1-1) y Betis (1-1) en Mendizorrotza- y una goleada frente al Barcelona (4-1).

Tres fichajes

Consciente de las carencias que presentaba la medular, Sergio Fernández
volcó parte de sus esfuerzos en reforzarla durante la ventana de incorporaciones invernal. Así, llegaron tres jugadores; Víctor
Camarasa, Ismael
Gutiérrez y Ljubo
Fejsa, todos ellos en calidad de cedidos.

El de Meliana, elegido para reemplazar a Wakaso, ha aportado más criterio a la hora de mover el balón que el ghanés. El andaluz todavía no se ha estrenado como albiazul y el serbio, con la misión de desempeñar el buen trabajo defensivo de Tomás
Pina, se ha convertido también en titular.

Camarasa y Fejsa están entre los once futbolistas más utilizados por Asier Garitano en esta segunda vuelta. Con ellos, el equipo ha ganado en solidez y equilibrio en la zona ancha. También en variantes tácticas. Con ellos, Asier
Garitano ha ampliado su núcleo de confianza y cuenta con más efectivos en los partidos.

Ahora habrá que ver cómo redistribuye el técnico los roles con la vuelta de Tomás
Pina. Aunque no esté al cien por cien, el manchego siempre va a ser un elemento muy valioso. Con él en condiciones, el Alavés dará un nuevo salto de calidad en el centro del campo, algo que le ayudará a sellar la salvación en un tramo final de competición en el que se jugarán dos partidos por semana.


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