Después de una temporada de transición como la que vivió el Real Madrid el curso pasado en la que los jugadores, con la tripa llena después de levantar tres Champions consecutivas, parecían apagados, Toni Kroos ha vuelto a brillar con luz propia.
El alemán ha alcanzado el Nirvana. Ese estado físico y mental en el que -futbolísticamente hablando- todo lo que toca lo convierte en oro. Y le da igual hacerlo en el infierno del Ali Sami Yen, en Estambul, con su equipo jugándose la vida en la Champions, que enfundando la camiseta de la selección alemana para llevar a la Mannschaft hacia una nueva Eurocopa firmando un doblete como hizo el pasado fin de semana.
Y es que Toni Kroos es otro. No es el mismo del curso pasado al que una leyenda compatriota y homologa en el campo como Bernd Schuster llegó a llamar “tractor diésel”. Es más bien el Toni Kroos del Mundial del 2014. El mismo que ponía su sello personal a cada pase y quien se echó a su selección a la espalda para levantar el título en Maracaná habiendo antes atropellado a Brasil en semifinales (1-7).
Ahora, de la mano de Zidane, el mismo entrenador con el que rindió a su mejor nivel en el Real Madrid, Kroos ha vuelto a ser diferencial en cada partido. Y la sensación -tan positiva como evidente- es que, a sus 29 años, el germano está en su nivel más álgido de su carrera en cuanto a madurez y sabiduría del juego.
Incluso el equipo ha visto incrementado su beneficio en cuanto a cifras goleadoras. Suma ya tres goles (Dos en Liga y uno en Champions) y está tan solo a dos de su mejor registro conseguido en la 2017-18.
Encantado con Fede Valverde
Además, el alemán, ha visto como su pareja de baile habitual, Luka Modric, está entrando menos en juego que en años anteriores y es ahora Fede Valverde quien ocupa ese lugar.
Un aspecto, el de la inclusión del uruguayo en el esquema merengue, que también le favorece a Kroos que queda algo más despreocupado de las tareas defensivas gracias a la omnipresencia de “El pajarito” en todo el centro del campo.
“Soy fan del juego de Fede Valverde” llegó a concluir el ‘8’ después del duelo ante el Galatasaray (6-0), dando a entender que todo lo bueno que aporta el charrúa en el centro del campo también repercute en su figura.
Así pues, a Toni Kroos solo le resta seguir jugando de la misma manera que lo ha hecho hasta el momento. Ordenado, constante y trabajador. Y solo así seguirá demostrando -como buen alemán que es- su fiabilidad dentro del campo.
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