Colonial Pipeline, la mayor red de oleoductos del país, anunció el miércoles que a eso de las 5:00 p.m., hora del este, dio comienzo el reinicio de sus operaciones, tras haber sufrido un ciberataque.
“Después de este reinicio, la cadena de suministro de entrega del producto tardará varios días en volver a la normalidad. Algunos mercados atendidos por Colonial Pipeline pueden experimentar, o seguir experimentando, interrupciones intermitentes del servicio durante el período de puesta en marcha”, se indicó en un comunicado de prensa.
Colonial Pipeline agregó que “se moverá tanta gasolina, diésel y combustible para aviones como sea posible de manera segura” y que “continuará haciéndolo hasta que los mercados vuelvan a la normalidad”.
“A medida que iniciamos nuestro regreso al servicio, nuestro enfoque principal sigue siendo la seguridad. Como parte de este proceso de puesta en marcha, Colonial llevará a cabo una serie integral de evaluaciones de seguridad de tuberías de conformidad con todos los requisitos federales de seguridad de tuberías”, añade la comunicación escrita.
“Este es el primer paso en el proceso de reinicio y no hubiera sido posible sin el apoyo las 24 horas del día de los dedicados empleados de Colonial Pipeline que han trabajado incansablemente para ayudarnos a lograr este hito”, se indicó.
El ataque de ransomware impactó severamente al oleoducto, que según la compañía entrega aproximadamente el 45% del combustible consumido en la costa este de Estados Unidos.
El suceso generó preocupaciones de que los suministros de gasolina, combustible para aviones y diésel podrían interrumpirse en partes de la región.
Colonial Pipeline lleva gasolina y otros combustibles a 10 estados entre Texas y Nueva Jersey, según la compañía.
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