Tres semanas parados


La Real suma hoy su tercera semana sin entrenarse de forma colectiva en Zubieta. Después de jugar el 10 de marzo en Ipurua contra el Eibar, y ya en medio de las primeras medidas que avanzaban el confinamiento que vino después, el conjunto txuri urdin llevó a cabo su última práctica colectiva el 13 de marzo para echar la persiana en Zubieta que, desde entonces, no ha acogido actividad en ninguno de los equipos de la casa. Desde los infantiles hasta los profesionales, todos están en sus domicilios a la espera de que se pueda reanudar el trabajo en la ciudad deportiva txuri urdin.



La espera se hace más tensa al no existir expectativa alguna de cuándo se podrá regresar a los entrenamientos con un mínimo de normalidad. Aunque ha trascendido que LaLiga ha elaborado un minucioso protocolo con el que garantizar la seguridad en una hipotética vuelta a los entrenamientos de los equipos, todavía no hay una fecha establecida para el retorno a los entrenamientos. Toda vez que el mismo protocolo admite que será necesario un período de adaptación previo a la competición no inferior a los 15 días, y que las previsiones más optimistas situarían el retorno a la competición a finales de mayo, no parece muy difícil pronosticar que el retorno a los entrenamientos, aunque sea bajo las severas condiciones de seguridad que impone el protocolo de la Liga, no se produciría antes de la segunda quincena de abril. Es decir, en el mejor de los casos, cuando concluya la extensión del estado de alarma decretado por el Gobierno el pasado fin de semana.

Entrenamientos individuales

Los jugadores continúan trabajando en sus domicilios, bajo las pautas que les marcan los preparadores físicos del club, como algunos se encargan de hacer ver a través de las redes sociales. Januzaj es el más activo en este apartado pero, como se puede ver en ese tipo de documentos, la actividad está a años luz del trabajo que estarían desarrollando en Zubieta. Sesiones de bici estática, fuerza, flexibilidad o resistencia únicamente pueden servir para mantener algo la capacidad aeróbica y para no ganar mucho peso, pero a estas alturas del confinamiento las plantillas necesitarán imperiosamente una pequeña pretemporada antes de pensar en volver a competir. Y es que después de tres semanas de parón, la situación se asemeja cada vez más a la que podría experimentarse en un verano.

Unas mini-vacaciones

Mikel
Oyarzabal, Mikel
Merino e Igor
Zubeldia, sin ir más lejos, disputaron su último partido oficial de la pasada temporada, la final del Europeo Sub-21 contra Alemania, el 30 de junio. El 22 de julio se incorporaron a la pretemporada de la Real en Zubieta. Es decir, en verano disfrutaron del mismo tiempo de descanso, 21 días, que ha transcurrido ahora desde que el conjunto txuri urdin llevó a cabo su último entrenamiento. El 31 de julio, diez días después de reanudar los entrenamientos, jugaron sus primeros minutos en un amistoso contra el Racing. Sólo es una referencia ya que ahora, cuando se reanude la competición, hablaríamos de la máxima exigencia que supondrá pelear en 11 partidos por un puesto europeo para la próxima temporada.


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