Otro triunfo más para Minnesota, que ha empezado el año en buena tónica y mostrando un juego colectivo y entretenido. Anoche fueron los Utah Jazz los que lo sufrieron, llevándose una derrota por 116 a 111 en su partido frente a los Timberwolves.
Difícil destacar a un solo hombre de los de Minneapolis y es que hasta cinco jugadores resultaron importantes en diversos momentos del encuentro para acabar logrando un trabajado triunfo que les coloca 2-0 en la clasificación en este inicio de temporada.
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Minnesota empezó el encuentro por delante en el marcador y al descanso ganaban ya de 15 puntos. La segunda parte mostró a unos Jazz inconformistas, que lucharon hasta el final por remontar el partido pero se quedaron a las puertas de lograr la hazaña.
El duelo en la pintura fue tremendo, con un Karl-Anthony Towns negado de cara al aro (anotó tan solo 6 de sus 19 lanzamientos) frente a un Rudy Gobert mucho más sólido. El pívot francés terminó con 18 puntos y 17 rebotes, con otra gran tarjeta de tiro que certifica su gran inicio de curso.
Sin embargo, la diferencia real llegó en la rotación exterior. Los Wolves tuvieron los 25 puntos y 6 asistencias de D’Angelo Russell que en esta ocasión salió de titular en lugar de Ricky Rubio. El base español aportó 9 tantos y 6 pases de canasta en su rol con la segunda unidad, en la que aportó liderazgo y veteranía en los momentos importantes.
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También merecen mención especial los dos jóvenes talentos de Minnesota. Anthony Edwards, número uno del último Draft de la NBA, cuajó su mejor actuación hasta la fecha terminando con 18 tantos y una serie de 8 de 12 tiros anotados. Le siguió Jarret Culver, la elección del Draft anterior, que anotó otros 14 tantos y capturó 6 rebotes.
Esta diferencia en la rotación de los equipos acabó marcando el desequilibrio del encuentro, puesto que solo Jordan Clarkson estuvo a la altura en la segunda unidad de los Jazz. El escolta terminó con 23 puntos, el tope anotador del equipo después de que Mike Conley y Donovan Mitchell anotaran 20 y 21, respectivamente.
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Con este triunfo los Wolves demuestran su gran mejora respecto a la temporada pasada y que, si las lesiones les respetan, son capaces de llegar lejos en esta competida Conferencia Oeste. El español Juancho Hernangómez apenas contó con oportunidades y terminó con tan solo 5 minutos en cancha.
Las declaraciones post-partido de jugadores como Edwards dejaron clara la mentalidad del equipo: “esto demuestra que podemos ser un muy buen equipo y competir con cualquiera. Mis hermanos comparten el mismo hambre que yo; vamos a por todas”.
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