César Azpilicueta, capitán del Chelsea de 32 años, es uno de los objetivos del FC Barcelona para reforzar su defensa, pero esa posibilidad está a expensas que el club inglés pueda operar en el mercado en cuanto el Gobierno inglés le levante el veto próximamente, en cuanto se oficialice legalmente la venta del magnate ruso Roman Abramovich a Todd Boehly, dueño de los Lakers y los Dodgers. En esta historia algo tiene que decir el entrenador ‘blue’, Thomas Tuchel, quien ayer no se opuso frontalmente a la salida de su carismático zaguero. “Puedo entender que ‘Azpi’ piense que tal vez un ciclo está llegando a su fin”, dijo el entrenador alemán, aunque a su vez recordó que no es el escenario que desea tras confirmarse la marcha de los defensas Andreas Christensen y Antonio Rudiger.
Tuchel admitió haber tenido “muchas charlas” con el internacional español “porque realmente él sentía que lo ganó todo después del Mundial de clubs” y “dada su situación personal, puedo entender estos pensamientos”.
De todos modos, Tuchel puntualizó que “ya que hemos perdido defensas clave como Rudiger y Christensen, no es el escenario ideal para pensar en perder a ‘Azpi’, incluso entendiendo su punto de vista personal”.
La compleja coyuntura legal que atraviesa el Chelsea, mientras no pueda operar con normalidad en el mercado, deja a Tuchel en una situación incómoda en su planificación deportiva. “Puede que el cambio de propietario aumentara incluso sus dudas sobre su situación”, señaló antes de asegurar que Azpilicueta, en Stamford Bridge desde 2012, “ama al club, ama el desafío, ama estar aquí y es nuestro capitán”.
El entrenador ‘blue’ no pierde la esperanza respecto a la continuidad del defensor. “Todavía estamos en diálogo y también somos egoístas. No somos responsables de resolver los problemas de ningún otro club ni de cumplir. los deseos de cualquier otro club”, subrayó.
En ese juego de argumentos y contragumentos, Tuchel volvió a mostrarse comprensivo “con una leyenda como él, que tal vez también merece que el club y yo le echemos un segundo vistazo, por lo que puede haber una excepción a la regla y por eso estamos en este proceso”. Con todo, el entrenador alemán destacó su esperanza en que Azpilicueta reconsidere su expectativa. “Espero que se quede y él lo sabe”, avisó. “Todavía estamos en conversaciones”, concluyó.
Para ablandar esa voluntad, Tuchel hizo un panegírico de la figura de Azpilicueta. “Él es todo lo que es el Chelsea y estoy muy feliz de que sea el capitán porque es humilde, es trabajador, es un tipo agradable, educado, que da ejemplo y establece el tono al más alto nivel”. “Pero hay más capas que tenemos que considerar, saber si se siente totalmente comprometido”. “Se merece que hablemos por si no puede deshacerse de este sentimiento, por si tenemos que hablar de eso abiertamente, con seriedad y con respeto. No hay necesidad de averiguarlo mañana o hoy porque también estamos en la posición privilegiada de que tenemos un contrato”, arguyó.