Un año sin público en Anoeta

30.611 espectadores se dieron cita en Anoeta el 28 de febrero de 2020 para ver cómo una jugada bien trenzada por Zaldua y Oyarzabal por la banda derecha la remataba Januzaj de cabeza para desencallar el partido contra el Valladolid (1-0) y darle a la Real su quinta victoria en cuatro partidos, lo que le permitía soñar con la Champions. Lo último que podían imaginar los asistentes, aunque la crisis sanitaria ya era algo más que una hipótesis, es que un año después continuarían sin acudir al estadio para disfrutar de uno de los mejores momentos en la historia reciente del conjunto txuri urdin. Mañana se cumple un año exacto desde que el coliseo amaratarra acogiera el último encuentro con público y lo peor es que, doce meses después, sigue siendo muy atrevido pronosticar cuándo se producirá el retorno.

Evaluar los daños que ha sufrido la Real en estos 365 días en los que ha tenido que jugar en casa con el eco de la tribuna como único testigo de sus andanzas es complicado. No resulta desde ningún punto de vista osado afirmar, en cualquier caso, que, como todos los equipos, se ha visto perjudicada por jugar a puerta vacía como local. Las peculiares circunstancias que mandan en este último año de nuestras vidas le han llevado incluso a jugar un partido en Turín en calidad de anfitrión. Donostia no pudo acoger por segunda vez en su historia un partido contra el Manchester
United. Lo nunca visto.

Las cifras del último año deportivo, referidas exclusivamente a lo sucedido en Anoeta, presentan una evidente merma de rendimiento respecto a algunas de las más recientes campañas, posiblemente como les ha ocurrido a muchos clubs de Primera. En estos últimos 12 meses se han jugado 21 encuentros oficiales en Donostia, de los cuales la Real sólo ha podido ganar un tercio (siete), habiendo perdido seis y empatado ocho. En dos de las tres últimas campañas que se completaron con público en las gradas (16/17 y 17/18), la Real alcanzó el 52,6% de triunfos como local en Liga (10 de 19) y en los últimos once partidos de la 18/19, los que dirigió Imanol, llegó al 54% de victorias (6 de 11). El porcentaje alcanzó su punto más álgido en los 12 primeros encuentros de la pasada campaña, hasta el referido frente al Valladolid, en los que ganó más del 58% de los encuentros ligueros (siete de 12). Nada que ver con el 33,33% de triunfos en este último año en el que se han llegado a fabricar lonas con imágenes de jugadores o aficionados virtuales para evitar el frío azul de los asientos vacíos de Anoeta.

Público antes de final de Liga

El fútbol profesional se ha intentado adaptar, como ha podido, a esta ausencia de público en los estadios que ha afectado, en mayor o menor medida, a todos. Aunque tuvo que suspenderse entre marzo y junio de 2020, la competición ha logrado avanzar, si bien de forma paralela se han ido conociendo los estragos que ha causado en las arcas de los clubs la no presencia de aficionados. Prácticamente no ha habido sociedades que no hayan tenido que recurrir a rebajas salariales de sus futbolistas y empleados, los ERTEs estuvieron en boca de muchos la pasada campaña y es ‘vox populi’ la tremenda pérdida de ingresos que está suponiendo para los más grandes.

El Real Madrid ha presupuestado 618 millones de ingresos para esta temporada cuando, de haber seguido con la tendencia de crecimiento de los últimos años, habría alcanzado una cifra próxima a los 900 millones, es decir 300 millones más. La situación del Barcelona, que en sus últimas cuentas admitió una reducción de unos 200 millones en sus ingresos, no es mejor. A escala, la Real también sufre los efectos de la pandemia. La pasada temporada llegó a un acuerdo de reducción salarial con la plantilla que finalmente fue del 5% y para esta temporada prevé ingresar 20 millones menos que la pasada.

Todo ello mientras se desconoce cuándo podrá volver público a los estadios. La fluctuación de noticias ha sido constante en los últimos doce meses y la última tendencia apunta a que si continúa la evolución positiva en cifras de la crisis sanitaria, LaLiga pedirá al Consejo Superior de Deportes que los aficionados regresen a los campos de fútbol en mayo, para las dos o tres últimas jornadas. Si eso fuera así, paradójicamente, la Real, que dos de los tres últimos partidos los juega fuera ante Atlético y Osasuna, sólo jugaría un encuentro en Anoeta con afición: el 16 de mayo ante el Valladolid. La mejor forma de cerrar el círculo.


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