La lógica no tiene cabida en el mundo del fútbol. Nada nuevo sobre el horizonte, aunque algunos se empeñen en demostrar la cuadratura del círculo o en buscar tres pies al gato. ”Fútbol es fútbol”, como bien decía Boskov.
El Athletic vuelve a ser caso único al cierre del último mercado, el veraniego, de fichajes. El club bilbaíno afronta la nueva temporada sin haber gastado euro alguno en reforzar su plantilla. Con un par.
Flota sobre el ambiente la sensación de que algo se ha hecho mal. Había que haber fichado a algún jugador de fuera de Lezama, al parecer, para ser más competitivos. Buena parte de aquellos que sostienen semejante teoría resulta mucho menos convincente en su argumentación a la hora de dar nombres. ¿A quién o a quiénes había que haber traído?
Dando por supuesto que existiría consenso en el llamado entorno rojiblanco al especificar los ‘fichables’ en cuestión; del dicho al hecho, en cualquier caso, va mucho trecho. Una cosa es querer y otra, bien distinta, poder. Ya no solo se trata de cuestión crematística, que también, sino de que el ‘interesable’ en cuestión quiera recalar en el Athletic.
Del banco al campo
Aquello de “los millones en el campo que no en el banco” que escuchamos repetidamente durante las últimas elecciones al sillón de Ibaigane queda muy bien a la hora de captar votos, pero no se corresponde con la auténtica realidad. El club bilbaíno ha fichado bien de unas temporadas a esta parte.
Capa
,
Iñigo Martínez
,
Yuri
,
Dani García
y
Raúl García
, por ejemplo, fueron titulares en el derbi.
Beñat
y el propio
Aduriz
salieron después. Cierto es que también han llegado otros futbolistas que apenas han tenido protagonismo y que fueron otros leones llamados a tenerlo.
El mercado es el mercado y la filosofía del Athletic es la filosofía del Athletic.
Urrutia
hizo bien, muy bien, su trabajo a este respecto y a
Alkorta
hay que darle tiempo. Si todo fuera tan fácil como parece…
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