Un restaurante de la cadena de Chick-fil-A en Royesford, Pensilvania decidió vetar el ingreso de adolescentes al establecimiento sin sus padres o tutores.
Esto lo dieron a conocer mediante un mensaje publicado en Facebook el pasado 22 de febrero.
“Contemplamos mucho colocar esta publicación, pero entendemos que ya era tiempo. Somos un restaurante familiar, pero nos hemos dado cuenta de que los adolescentes, sin acompañamiento, pasan varias horas en las instalaciones del sitio y hemos notado comportamiento desordenado”, lee la comunicación escrita.
Se trata del restaurante de comida rápida que ubica en la cuadra 70 de Buckwalter Road.
El mensaje asegura que los menores provienen de un parque de salto cercano, en el que son dejados sin supervisión y otros grupos.
Al parecer, el comportamiento desordenado implica los siguiente:
- Alto volumen – “Son ruidosos y sus conversaciones en la mayoría de los casos contienen lenguaje explicito, somos un restaurante familiar y esto es intolerable”.
- Mal trato de la propiedad privada – “Lanzan comida y basura por todas partes cerca y encima de las mesas, sillas y el suelo. Vandalizan las mesas y los baños públicos también. Roban las decoraciones”.
- Falta de respeto al personal – “Se les ríen en la cara a los trabajadores y los bromean de forma ruda cuando les piden que bajen la voz o se vayan por el comportamiento”.
- Comportamiento inadecuado – “Cuando caminan por el estacionamiento y el auto servicio practican comportamiento inadecuado”.
“Como pueden darse cuenta esto no es una experiencia culinaria segura para todos. Queremos proveerle a nuestros clientes un lugar seguro para comer y para nuestros empleados laborar. Por eso no podemos permitir que esto continue. Como resultado todos los menores de 16 años deben estar acompañados por un adulto, si no están con un adulto pueden comprar comida para llevar e irse”, lee la publicación.
Ratificaron que “no estamos culpando a los padres, pero los menores deben tener una mejor forma de navegar el mundo libre con supervisión. Sencillamente no podemos hacer que rebasen las directrices en este restaurante. Les instamos a que tengan una conversación con sus hijos y les pregunten sobre su comportamiento”.
Tan pronto como a principios de febrero un restaurante de Nueva Jersey prohibió la entrada de menores de 10 años a sus instalaciones. Mira el video aquí.
Un restaurante Chick-fil-A en Royesford, Pensilvania no permitirá menores de 16 años en sus instalaciones sin acompañamiento de un adulto.
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