Un clásico alrededor de Messi


Sevilla acoge este domingo la final de la 37ª edición de la Supercopa de España en el renovado estadio de La Cartuja (21.00, #Vamos), encajonado entre uno de los dos cursos del río Guadalquivir que rodean a la capital de Andalucía y el inmenso parque del Alamillo. El Barcelona y el Athletic reeditan un clásico del fútbol español, marcado por la incertidumbre alrededor de la presencia de Messi en el once inicial del conjunto catalán. El delantero participó en el entrenamiento previo del Barcelona en el recinto sevillano y él decidirá si participa en la que sería la final número 36 de su carrera. El Barcelona se entrena hoy a puerta cerrada en el Villamarín y en el estadio bético habrá fumata blanca.

Messi ha ganado 24 de estas 35 finales disputadas por el Barcelona, con 31 goles en su mochila. Un ganador absoluto como él apurará para estar en una nueva final, que no se pierde desde 2006, cuando no jugó la final del Mundial de Clubes contra el Internacional de Porto Alegre. La Supercopa ha tomado un carácter especial para un equipo que necesita un título después de un año muy convulso. El Barcelona ganó su último título en 2019, la Liga. Lograr esta Supercopa, a la que llega en buen momento, supondría un espaldarazo para Ronald Koeman y unos jugadores que están pasando por muchas dificultades. “Veremos si puede estar o no. La última palabra la tiene el jugador. Va a intentar estar. A ver cómo reacciona su cuerpo”, admitía el propio Koeman en rueda de prensa sobre Messi.

Mientras el 10 probaba su musculatura en el inmenso recinto sevillano, el pujante Athletic de Marcelino preparaba la final con mimo. Por ejemplo, con la visita sorpresa a la concentración de Aduriz, el líder del equipo que ganó el último título del conjunto vasco, precisamente la Supercopa en 2015 ante el Barcelona.

La grandeza del conjunto vasco es también evidente. Radica, por ejemplo, en los 23 títulos de la Copa que brillan en sus vitrinas. El Athletic, que superó al Madrid, podría ser campeón de la Supercopa teniendo pendiente la disputa de la final de la Copa de la pasada edición. Son los extraños tiempos que marcan un fútbol donde colisionan dos equipos que siempre trataron muy bien los torneos de Copa en el panorama español. El Barcelona es el rey indiscutible: 30 títulos de Copa y 13 de la Supercopa le otorgan un favoritismo histórico.

En Sevilla, curiosamente, perdió también su última final jugada, la de Copa de 2019 frente al Valencia (2-1), Fue en el estadio Benito Villamarín y el entrenador del rival era Marcelino. “Nosotros tenemos que jugar en función de nosotros mismos, aunque siempre tenemos en cuenta cómo juega el rival. No variaremos nuestra idea en función de que juegue Messi o no”, afirmó Marcelino, quien aclaró que tenía disponibles a todos sus jugadores para la final. Un Athletic en buena forma ante un Barça que mira a Messi.


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