Un feliz soplido de velas para Córdoba


Un león ha recuperado la sonrisa en las últimas fechas. Si la semana pasada supuso el resurgir del Athletic a nivel global, también fue un espaldarazo para Iñigo Córdoba en el plano personal. Se encontraba fuera de la rueda de Gaizka Garitano y pudo reengancharse. Vuelve a ser feliz y hoy cumple años. Alegría doble. Sopla 23 velas. Aunque se desconoce cuándo volverá a percutir por la banda izquierda dada la suspensión que atraviesa el fútbol.



El de Deusto desapareció del mapa rojiblanco el pasado 14 de diciembre. Fue titular contra el Eibar, pero el técnico le relevó en el descanso. Una circunstancia que se ha repetido en varias ocasiones a lo largo del curso. Córdoba no volvió a concursar en Liga hasta el 1 de marzo frente al Villarreal.

Dos meses y medio en los que únicamente tuvo minutos en una cita copera. El zurdo salió en la fotografía inicial del Athletic en Elche, sin embargo no compareció en el segundo tiempo. Garitano le sustituyó en el descanso por decisión técnica. Han sido momentos difíciles para el futbolista. “Se sufre”, llegó a decir en su comparecencia después del choque ante el Villarreal. Incluso ha estado en el punto de mira de San Mamés. No hay que olvidar que recibió unos tímidos pitos en el compromiso liguero con el Espanyol en octubre.

Desde el 14 de diciembre al 1 de marzo, Córdoba no jugó en Liga y solo disputó la primera parte en el choque de Copa en Elche

La variación del míster al sistema de tres centrales y dos carrileros no jugó a favor de Córdoba. Apuntó que un extremo de sus características se encuentra “un poco perjudicado” por este dibujo. No en vano solo hay una posición específica para partir desde cada banda. Y ahí el indiscutible dueño de la izquierda para Garitano, al menos con el citado esquema, es Yuri Berchiche.

El deriotarra confió otra vez en el extremo para medirse al Villarreal y las sensaciones fueron positivas. Formó un buen tándem con Yuri y entre ambos hicieron daño por su sector. Para Córdoba fue un subidón desde el punto de vista deportivo, pero también en el anímico. Y en Granada fue de nuevo una alternativa, en el encuentro más importante que ha jugado el Athletic esta campaña hasta la fecha.

Córdoba no estuvo en el once titular, pero fue la primera pieza que introdujo Garitano en Los Cármenes para intentar revertir la situación. Los andaluces mandaban con el gol de Carlos Fernández y el campo se empezaba a inclinar peligrosamente hacia la portería de Unai Simón. De los tres centrales se pasó al 4-2-3-1. El de Deusto relevó a Capa. No es que contribuyera a cambiar el rumbo, aunque participó en el tanto que dio a los leones el billete a una final que ahora se encuentra en el aire. Entre Muniain, Córdoba y Vesga armaron la jugada que finalizó Yuri.

Otra ración de energía para el atacante, que repitió titularidad en Valladolid por segunda jornada consecutiva. Siempre se le ha achacado su aportación en números tangibles, sobre todo debido a su posición en el campo. De lo que ayuda al lateral de turno que tiene por detrás nadie pone ni una pega. Pero le falta un plus en el área rival. Una mordiente que sí tuvo en Zorrilla.

Volvió a montar una sociedad muy productiva con Yuri y sumó números concretos para su hoja de servicios. Puso un centro perfecto para que Raúl García anotara de cabeza el momentáneo 0-2. Córdoba le dio profundidad a la banda en los malos momentos del Athletic y colocó el broche a la goleada (1-4) con un derechazo en el descuento. El segundo tanto en sus 83 partidos como león. El otro fue contra el Villarreal en abril de 2018. Ambos han llegado a domicilio. El reto ahora es estrenarse en San Mamés.


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